Manuel (Antonio de la Torre), un influyente vicesecretario autonómico de un partido político, que lo tiene todo a favor para dar el salto a la política nacional, observa cómo su perfecta vida se desmorona a partir de unas filtraciones que le implican en una trama de corrupción junto a Paco, uno de sus mejores amigos.
Mientras los medios de comunicación empiezan a hacerse eco de las dimensiones del escándalo, el partido cierra filas y únicamente Paco sale indemne. Manuel es expulsado del reino, señalado por la opinión pública y traicionado por los que, hasta hace unas horas, eran sus amigos. Aunque el partido pretende que él cargue con toda la responsabilidad, Manuel no se resigna a caer solo.
Con el único apoyo de su mujer y de su hija, y atrapado en una espiral de supervivencia, Manuel se verá obligado a luchar contra una maquinaria de corrupción que lleva años engrasada, y contra un sistema de partidos en el que los reyes caen, pero los reinos continúan.