"Ya hablaré con ella, si he dado la cara para hacerlo, tendré que dar la cara para dar explicaciones y el día que me tenga que poner delante de ella le hablaré con el corazón y con lo que he ido haciendo aquí día a día. A mí me gustaría verla disfrutar, verla bien y que se olvide de mí porque el que he metido la pata aquí soy yo", comentaba el participante de 'LIDT 3' pero lo cierto es que estas últimas palabras no son del todo ciertas. Las primeras imágenes de Lucía eran de ella bailando en una de las fiestas y tratando de olvidar lo mal que lo estaba pasando.
Esto Manuel no lo ha comprendido y se ha quedado en la espuma del mar, pensando que a Lucía no le ha molestado lo que él ha hecho: "Parece ser que no le ha molestado, se ha liberado. Prefiero esto a verla hundida. Si te digo lo contrario sería ya de malísima persona. No la reconozco, no es mi novia de tres años y medio. Viendo que está bien y que no le ha llegado a doler como yo pensaba mis imágenes, voy a seguir haciendo lo que me dé la gana. Se está convirtiendo en un partido de tenis, ella ha visto mis imágenes, ha visto que estoy haciendo lo que me da la gana y habrá dicho 'sí, pues toma, que yo también'".
Un zasca que no le hizo reflexionar
En esta ocasión, las lágrimas de Lucía no han afectado a Manuel y no ha dudado en decir: "Ya la ha hecho igual que yo. Si está enamorada como decía que estaba no te comes la boca con un tío, ni te metes entre dos, ni bajas hasta abajo. Se ha contradicho ella sola". Sandra Barneda decidió hacerle una pregunta que resultó ser un gran zasca que tampoco sirvió para mucho. "¿Crees que lo que ha hecho Lucía es lo mismo que has hecho tú?". Manuel, lejos de empatizar con su novia, respondía: "Yo creo que sí, ¿no? Se ha liado con un tío y se ha arrepentido. Yo me lié con dos y a la mañana siguiente me arrepentí".