El empresario ha viajado hasta Honduras para reencontrarse con su sobrino, que ha celebrado por todo lo alto la llegada de su tÃo.
La visita de Pocholo a 'Supervivientes 2023' ha sido recibida por todo lo alto. El empresario ha viajado hasta Honduras para ver a su sobrino, Bosco MartÃnez-Bordiú, pero la sorpresa no se la ha llevado solo el concursante. El programa ha recibido al empresario como la figura mediática que ha sido, con baile y fiesta incluidos. Pocholo ha llegado a la isla montado en un helicóptero, como todo buen supervivientes, y se ha lanzado desde las alturas para poder abrazar a su sobrino, que ha tardado en reconocerlo. Antes del reencuentro, Pocholo ha sido el encargado de repartir las recompensas a los ganadores de la prueba del domingo, la cual ha provocado el enfado de Alma Bollo para disgusto de todos.
Pero enfados a parte, la llegada de Pocholo ha provocado la revolución en Honduras. Los concursantes se han vuelto locos cuando han descubierto que la visita del domingo era nada más y nada menos que el mediático tÃo de Bosco. El superviviente ha tardado en reconocer a su tÃo, no ha sido hasta después de saltar del helicóptero y nadar la mitad del camino hacia la orilla cuando Bosco ha sido consciente de quién era la figura que se acercaba a ellos a nado. En cuanto el concursante ha reconocido a su tÃo, ha echado a correr para abrazarse al empresario. El reencuentro entre tÃo y sobrino ha sido de lo más emotivo, pero apenas ha habido tiempo para los abrazos porque el programa tenÃa una sorpresa más preparada: un baile tÃpico de la comunidad garÃfuna incluido que ha alegrado a todos los presentes en la playa. La visita de Pocholo ha sido anunciada por todo lo alto. El socialité ha sido una figura muy importante en los realities españoles y su viaje a Honduras ha sido todo un momentazo. Ion Aramendi ha anunciado su visita como "la visita": "Este domingo no tenemos una visita. ¡Tenemos la visita!". El empresario no solo ha viajado a Honduras para ver a su sobrino, también ha hablado de su concurso: "La huella que deja Bosco es una huella de alegrÃa". Pocholo no se ha querido mojar y únicamente ha alabado al concursante, sin querer entrar en el concurso del resto de supervivientes: "No hay que ser mejor que nadie, hay que ser mejor que ayer". Aunque el empresario también ha aprovechado para "leer la cartilla" al concursante, advirtiéndole para que se comporte y dándole consejos para su concurso.
Un momento crucial
La llegada de Pocholo llega en una semana complicada para Bosco MartÃnez-Bordiú. El concursante se encuentra nominado por primera vez tras haber sido elegido por su compañera, Alma Bollo, para enfrentarse a la posible expulsión. "Es una sensación agridulce. Al fin voy a saber lo que opinan fuera", ha reconocido Bosco sobre los sentimientos que le despiertan su nominación. La decisión de su compañera de concurso no gustó nada al sobrino de Pocholo, a pesar de lo que pudo pensar la hija de Raquel Bollo en un primer lugar.
Pero Pocholo ha llegado a Honduras para llevar alegrÃa, fuerza y ánimos a su sobrino. Antes de saltar del helicóptero, el empresario ha lanzado un agradecimiento a favor de los sanitarios españoles, haciendo una mención especial a sus doctores más cercanos. Una vez en tierra, ha abrazado a todos los concursantes, contagiándolos de la alegrÃa que tanto le caracteriza. Hasta Adara Molinero, que en un principio ha mostrado su decepción al descubrir que la visita de esta semana no era su madre, Elena RodrÃguez, ha tardado poco en cambiar de ánimo y ponerse a bailar con la música de la comunidad garÃfuna. La visita de Pocholo ha marcado un antes y un después en el dÃa de los concursantes, que han hecho honor de la frase que se ha convertido en el lema de Bosco: "Como dice él: '¡Solo hay una marcha que es a tope!".
A pesar del buen rollo que ha llevado Pocholo consigo a Honduras, su marcha ha hecho romperse a Bosco, que ha estallado en lágrimas en cuanto su tÃo se ha subido a la barca para regresar a España. El concursante ha evitado a toda costa las lágrimas, pero no ha podido evitar emocionarse con el reencuentro de su tÃo. El paso del tiempo hace que el concurso sea cada vez más duro y los meses complican la estancia de los supervivientes en Honduras, que llevan ya más de dos meses alejados de su familia.