El Conde de Salvatierra se tomó tan mal el fichaje del exmarido de su hermana por 'Espejo Público' que se ha negado a ir el mismo día que él al programa.
Cuando 'Espejo Público' anunció que fichaba a Fran Rivera, todas las miradas se posaron en Cayetano Martínez de Irujo, que ya formaba parte de la plantilla del programa que presenta Susanna Griso como colaborador. Se pudo pensar que el Duque de Arjona estaba molesto, y lo cierto es que así ha sido.
Al aristócrata no le ha sentado nada bien que el que fuera su cuñado trabaje en el mismo programa que él. Así lo asegura El Español, que detalla que ha pedido no coincidir con el torero. Su exigencia no es solo no compartir plató, sino tampoco día, ya que no quiere ni encontrárselo en los pasillos por si acaso.Al parecer, Cayetano Martínez de Irujo se enfadó mucho al enterarse de la incorporación de Fran Rivera, y comentó a la dirección que veía en este fichaje un intento de aportar morbo, ya que de sobra es conocido que su relación está rota desde hace años por motivos familiares.
De todos modos, sus intervenciones son distintas. Mientras el jinete no quiere hablar sobre famosos, Fran Rivera ha aceptado comentar lo que haga falta cuando se siente a la mesa con Susanna Griso y el resto de colaboradores. En ese sentido, el torero no evitó comentar que le parecía compartir programa con su excuñado: "Cayetano es muy educado. Teníamos una magnífica relación que se enfrió cuando luché por la custodia de Cayetana, pero si le veo, yo estoy educado a la antigua usanza, no habrá problema".El juicio que rompió la relación
Y es que ese es el motivo del distanciamiento. Cayetano Martínez de Irujo y Fran Rivera siempre se llevaron bien, incluso cuando el matrimonio del torero con su hermana Eugenia se acabó, la relación siguió siendo buena, como con el resto de la Casa de Alba.
Todo cambió en 2012, cuando Francisco Rivera Ordóñez pidió la custodia de su hija Cayetana para que viviera con él y Lourdes Montes en Sevilla. Comenzó un juicio que Fran Rivera perdió, llevándose también su buena relación con los Fitz-James Stuart, que no entendieron la postura del torero. De hecho, la Duquesa de Alba llegó a decir que su yerno favorito había muerto para ella.