Como es evidente, quien más recuerdos guarda de lo sucedido por aquel entonces es la mujer del productor. Según ella, como pareja llevaban un tiempo intentando salvar su matrimonio así que aquel día fue como otros muchos: "Discutimos, hablamos y lloramos, cenamos juntos con los niños y nos fuimos a la cama", narra ante las cámaras. Antes de irse a dormir y como era costumbre en esa casa, ambos tomaron "pastillas" y se pudieron "inyecciones", aunque ese día Mainat decidía probar un nuevo tratamiento 'antiaging' y ahí empezó todo el problema, según Dobrowolski.
Fue entonces cuando decide comprobar si la diabetes de su marido estaba controlada o algo raro estaba ocurriendo. "Yo voy a por el glucómetro, mido, valor preocupante, llamo al SEM y allí pasa el resto", asegura. La acusada deja claro que su única intención esa noche era "salvar la vida de mi marido" y, además, se atreve a negar la versión de los investigadores reconociendo que no inyectó insulina a Mainat, algo que no había en su casa y que tampoco aparece posteriormente en los informes médicos.
¿Por qué tardó tanto en llamar a los servicios médicos?
La presunta víctima asegura que no tiene muchos recuerdos de la noche de los hechos ya que "estuve en coma algunos ratos, después me desperté, aunque hay trozos que no recuerdo, que tengo un blackout". Fue tras despertar del come cuando consiguió recordar un momento crucial que pondría en marcha la investigación de los hechos: lo último que había visto antes de perder la consciencia había sido a su mujer inyectándole algo.
Pero sin duda la gran incógnita se encuentra en los minutos que pasaron desde que Mainat comenzó a desarrollar síntomas de una hipoglucemia hasta que su mujer llamó a los servicios sanitarios. "Desde que mi nivel está en hipoglucemia severa pasó demasiado rato y hay que saber porqué", reconoce el productor. Según él, será este período de tiempo en torno al cuál girará el juicio.
Respecto a este crucial momento, la versión de Dobrowolski también es muy diferente. Según la entrevista, para ella esa fue una noche de "mucha tensión" y de una "connotaciones emocionales gravísimas". Por ello, sus recuerdos pueden diferir un tanto de el auto policial: "Empiezas a dudar de todo y te dicen 'Fueron 20 minutos' y tú crees que es imposible".