Hay quienes la aman por encima de todas las cosas y hay otros que consideran que la situación se ha salido de madre y que había que frenar a la concursante como fuera. En este último programa previo a la semifinal, Verónica Forqué ha vuelto a protagonizar un exterior caótico en el que ha vuelto prácticamente locos a todos los que estaban con ella. Juanma Castaño, que ejercía de capitán de los dos equipos, ha ido 'como pollo sin cabeza' de un lado a otro sin éxito.
Pero, por si esto fuera poco, los jueces no frenaron en ningún momento la actitud de Verónica Forqué en las cocinas y lo que hicieron fue regañar a los demás por estar obsesionados con ella y por no centrarse en el cocinado, cosa verdaderamente complicada. Como era de esperar, su equipo formado por Belén López y Miki Nadal, así como el capitán, fueron enviados a eliminación, siendo Carmina Barrios y David Bustamante los primeros semifinalistas.
Una ausencia inesperada
Ese final dejó a la audiencia un tanto sorprendida puesto que, si Verónica Forqué decidía volver recuperada en el próximo programa, significaba que se colaba en la semifinal sin hacer la prueba de eliminación de esta semana, cosa tremendamente injusta para los demás concursantes. ¿Cómo se solventó esta situación? No habiendo ningún expulsado de la noche y salvándose los tres concursantes que se habían jugado la eliminación.