David Valldeperas les ha dado paso, y Jorge Javier Vázquez ha dado las buenas tardes, lo que ha sido respondido por una voz masculina que ha dado un monólogo. Se esperaba que pudiera decir el nombre de alguien que podía ser despedido, lo que tenía a todos en vilo. "Permítete que esta tarde nos dirijamos a los colaboradores y a los demás que estarán escuchando desde casa. Es la primera vez después de 8 años que intervenimos en la emisión, es algo extraño para todos. No nos gusta salir a explicar nada", comenzó la voz en off.
"Arrancamos este invento que es 'Sálvame' hace 8 años, hemos dado muchísimo a 'Sálvame', pero el programa nos ha dado mucho a los que seguimos y los que nos dejaron. Cada día hay 2 millones de personas que esperan mucho de nosotros. Si de esos cientos de personas hay uno que se levanta a media función que se va, los actores se derrumban. Los espectadores son los auténticos directores de este programa. El público debería hablar y no nosotros", ha proseguido.
"Dicen que esperan más de nosotros, porque nos necesitan, les ofrecemos algo que no hace historia ni recibe elogios, ni premios, pero que es importante, ofrecemos desconexión, hacemos una pausa en este mundo y nuestra locura permite que los demás se olviden de la suya. 'Sálvame' ayuda a los que sí pueden cambiar el mundo. Hace un par de semanas íbamos a hablar en privado con todos", siguió la cúpula, comentando que tras la filtración de que dos colaboradoras iban a ser despedidas, todo ha ido muy rápido "y queremos disculparnos por no haber reaccionado antes", ha manifestado la cúpula.
"Hoy no queremos ser la cúpula, sino la voz de la audiencia, Este programa no cambia la preocupación de los españoles, pero sí les da un respiro. No somos un ejemplo porque discutimos mucho, pero ¿cómo iría este país si dialogásemos más aunque sea a gritos? Somos más grandes de lo que se imaginan, pero nunca lo usamos para dividir, lo usamos para unir. Todos vosotros sois 'Sálvame' y seguiréis siendo 'Sálvame'. La gente nos quiere fuertes, y aunque no le importa que discutamos, lo que no nos perdona es que seamos apáticos y aburridos.