Durante esta preparación Javier bromeó con Javier sobre cómo conseguir llevarse mal entre ellos de forma creíble: "Para enfadarte conmigo piensa en Vanessa", un chiste que escuchó la cantante gallega y despertó de nuevo los fantasmas de una crisis no tan lejana. Despertada la fiera, esta también se enfadó porque Javier tiene buen rollo con Óscar, el que ahora es su enemigo al reencontrarse en la casa secreta.
"No le quiero ver ni en pintura"
"Encima ahí está de risas y hablando con Óscar después de todas las que he tenido con él. Óscar ya vino con un conflicto contra mí. Aquí el blanco soy yo y no le hago nada malo a nadie", le decía la gallega a Silvia la melliza. Una actitud de su marido que no dejaba de desencatarla: "Ya le he dicho al Súper que me da igual si se va, no le echaría de menos. En vez de echarme una mano, me hunde la cabeza".
"Tengo que divorciarme y acabo antes"
De nuevo su marido se acercaba para hablar con ella y hacerle entender que lo que le había dicho a Jorge no había sido más que una broma, pero para la cantante había estado totalmente fuera de lugar: "Puedes seguir dándole cuerda a los otros", insistiendo en que ahora mismo prefería no estar viviendo bajo el mismo techo: "Si te vas, me da igual". "Me piro de aquí así no me tengo que inventar una trama, hacerme pasar por argentino. Me voy a mi casa con mi hija y más feliz que Dios. Yo no he venido a esto", acaba entonces por brotar Javier.
"Si quieres irte, se acabó la relación"
Pero el enfado de Vanessa era todavía mayúsculo ante esta escena: "Siempre igual. A la mínima que hay un problema, vía. Te importa una mierda lo que siento". Era entonces cuando Javier ponía encima de la mesa la insistencia de Vanessa por divorciarse: "Yo estoy harto de tus frases de que cuando salga, voy a estar solo. Si quieres el divorcio, pues nada... Eso es lo que quieres", un comentario que ella hace tanto que acabará por hacerse realidad: "Tanto va el cántaro a la fuente... Déjame en paz. Quédate aquí. Disfruta y triunfa".
Tras un pequeño 'break' en su bronca, de nuevo Vanessa volvía a cargar contra su marido, esta vez por presuntas "miradas hot" de este al resto de chicas. Llegados a este punto, Javier se retira al confesionario y amenaza con abandonar. Posteriormente va hasta la cama donde está ya metida su mujer: "Si quieres irte, vete. Me da exactamente igual", le insistía Vanessa: "Si quieres irte, se acabó la relación. De santo tienes los cojones. Te veo la mirada y no te conozco", terminaba así ella la discusión con la última palabra.