'Ven a cenar conmigo' está inmerso en la quinta edición de su versión gourmet y en esta ocasión Olvido Hormigos, Olfo Bosé, Rafi Camino, Sofía Cristo y Raquel Revuelta compiten no solo para convertirse en el mejor anfitrión de la noche, sino también para hacerse con el premio en metálico que el programa pone a disposición de sus participantes.
Los invitados del segundo programa de la quinta edición de 'Ven a cenar conmigo' durante la velada/Foto:MiteleSi bien la semana pasada fue la exconcejala de Los Yébenes la encargada de seducir a sus invitados, en esta ocasión el papel de anfitrión ha recaído sobre el hermano de Bimba Bosé, quien ha sorprendido al resto de comensales con un rico menú que han valorado positivamente. Sin embargo, ha sido otro aspecto el que ha enturbiado la velada nada más comenzar.
Y es que cuando la hija de Bárbara Rey ha entrado en la residencia, en su rostro se ha reflejado que algo no iba del todo bien. Al parecer en la sala había un olor muy desagradable del que han advertido las tres mujeres y que no han dudado en comentar. "Huele a una mezcla entre pies y caca", ha confesado Sofía Cristo ante las cámaras.
Los pies de Rafi Camino durante la velada de 'Ven a cenar conmigo'/Foto: MiteleUnas palabras que Raquel Revuelta también ha querido secundar llegando a afirmar: "cuando he dado los primeros pasos hacia delante me han dado ganas de retroceder porque olía que no era agradable ". Y es que si bien durante todo el programa se daba a entender que el responsable era Rafi Camino, finalmente se ha descubierto que esta no era la causa.
¿Rafi Camino?
La polémica surgía cuando Olfo Bosé invitaba al torero a descalzarse para estar en su apartamento y, tras quedarse descalzo, el resto de comensales pensaban que tal olor procedía de los pies de Camino, de ahí los incesantes comentarios al respecto sobre el fuerte olor que durante toda la cena dominaba en el salón. Ahora bien, nada más lejos de la realidad, porque ha sido el queso utilizado para el postre el que desprendía semejante olor y a esa conclusión se ha llegado una vez se ha servido el último plato.
