El 21 de septiembre de 2011 se estrenaba en ABC una serie oscura, despiada, de tintes dramáticos. Inspirada en 'El Conde de Montecristo' de Alexandre Dumas, su título lo decía todo: 'Revenge' ('Venganza'). Ahora, cuatro temporadas después, el círculo de odios y rencores se cierra.
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Instalada en la casa de la playa en la que vivió con su progenitor, poco a poco inician una serie de movimientos para ir sacando del mapa a todas esas personas que tuvieron algo que ver con la detención de su padre o su posterior muerte (que, recordemos, no fue tal).
El matrimonio Grayson, el quebradero de cabeza de Amanda Clarke
Para ello cuenta con Nolan Ross (Gabriel Mann), su amigo, su confidente pero, sobre todo, su mejor ayudante para deshacerse de la gente que se le pone por delante. Este informático es una pieza clave para llevar a cabo todas las artimañas de su amiga, a la que pase lo que pase nunca deja de lado y salva de más de un apuro.
Junto a él irá acabando uno a uno con todos los peones del tablero, aunque hay dos que se le resistirán, tal y como ella había previsto, hasta límites insospechados: el matrimonio Grayson. Ellos eran las piezas clave, las figuras definitivas, de la venganza de Emily Thorne.
Con Conrad Grayson (Henry Czerny) intenta acabar en diversas ocasiones pero todas terminan mal, incluso en alguna ocasión se 'alía' con él para intentar dar la vuelta a la tortilla. Finalmente será su propio padre David Clarke -tras hacer su aparición estelar en la sombra- el que acabé de una puñalada con él al final de la tercera temporada.
Ahí precisamente es donde 'Revenge' empieza a irse por otros derroteros que harán que sus capítulos tengan constantes altibajos que tuvieron repercusión en la audiencia y que llevaron finalmente a su cancelación al final de esta cuarta temporada.
Principalmente porque con la vuelta de David Clarke a Los Hamptons se abrirá un paréntesis para centrarse en cómo salió de la cárcel y qué ha estado haciendo en las últimas dos décadas, al tiempo que se producen movimientos para "recuperar" el amor de Victoria que le empujó a la cárcel -no olvidemos que todo era un plan de Clarke para matarla-.
Pero si el Rey de la partida de ajedrez era Conrad, la Reina Victoria Grayson (Madeleine Stowe) ha resistido viva temporada tras temporada. Se iba salvando de todas capítulo a capítulo, su veneno interno iba creciendo y, como dice el dicho, murió matando, o eso cree ella.
En los últimos capítulos, y ya con el runrún de que la serie no daba para más y en cualquier momento se anunciaría su final, los hechos se han precipitado. Después de que Victoria se hiciera con un pendrive que contenía absolutamente toda la información sobre la venganza de Emily, la señora Grayson planea su golpe final.
¿Triunfará el amor?
Con Amanda Clarke entretenida, ella vuelve a su mansión, se sienta en su sillón y... hace saltar todo por los aires, acabando con el epicentro de 'Revenge' y dejando todo muy bien atado para que Emily Thorne acabe detenida acusada de asesinato.
Sin embargo, a la tropa de Amanda Clarke no se le detiene fácilmente y descubren el plan de Victoria Grayson para, como ya había hecho anteriormente, hacer creer que ha muerto. ¿Conseguirá Amanda asestar el golpe definitivo en el último capítulo?
Por otra parte, también tienen que cerrarse dos tramas más personales de Amanda Clarke -que ya oficialmente ha contado al mundo quién es- que se han desarrollado en este final de temporada: por un lado el avanzado cáncer que le han diagnosticado a David Clarke y, por otro, si finalmente el amor triunfará entre Amanda y Jack Porter (Nick Wechsler).