Marina García volvía a República Dominicana un año después con una situación personal no muy diferente a la primera vez aunque si habiendo vivido muchas cosas desde entonces. Esta segunda vez lo hacía para zanjar sus asuntos pendientes, concretamente su abrupta ruptura con Isaac, el que había sido su tentador, y que ahora mantiene una relación sentimental con Lucía, la que había sido su gran amiga en su edición. Pero en lo que al terreno sentimental respecta, la andaluza volvía muy completa al programa ya que, de nuevo, había retomado su relación sentimental con Jesús, el que había sido su novio.
Así se lo confesó a Mayka durante una conversación en la villa. Marina aseguraba que desde que había terminado su relación no había estado con ningún otro hombre "porque no me ha nacido" ya que "necesitaba estar sola". Y así fue hasta que se reencontró con su exnovio en un viaje de trabajo a México: " Me siento bien con él, me hace estar bien, me siento segura, me siento querida...", reconocía.
Todo lo que la ahora reconvertida en influencer asegura necesitar cuando tiene pareja y que, por el momento, solo le reporta Jesús, el que fue su novio y al que le fue desleal durante su paso por 'La isla de las tentaciones' precisamente con Isaac. "No puedo decir ahora mismo que seamos novios, porque es todo muy reciente, tiene que pasar el tiempo", explicaba durante los totales: "No le quiero poner nombre y el tiempo dirá y cómo saldrá todo". Pero lo más importante para ella era que "estoy bien".
Las lágrimas de Isaac y Marina en su momento más íntimo
En cambio, sus primeros días en 'La última tentación' no le estar haciendo sentir tan cómoda como Jesús en relación. Marina García ha tenido algún que otro de bajón al enfrentarse al que había sido su novio, llegando incluso a pedir abandonar el programa porque sentía que estaba "haciendo el ridículo". Pero la dinámica no ha querido dejar pasar la oportunidad de que ambos -junto con el resto de participantes- se sincerasen el uno con el otro para dejar claros cuáles son sus sentimiento en ese momento por la otra persona y que así consigan limar asperezas entre ellos.
Ambos tuvieron que escribirse en la espalda del otro lo que sus miradas les habían transmitido después de un minuto mirándose fijamente. Isaac vio en Marina dolor; ella, mentiras. Fue al confesar el ahora novio de Lucía lo que había sentido cuando no pudo contener las lágrimas y se echó a llorar: " Te quise mucho, estuve enamorado de ti, no fingí nada, pero la vida te manda por otros caminos. Me duele muchísimo que los hayas pasado mal por mi culpa ", decía apenado.
Una palabras a las que Marina respondía asegurando haber un perdón por su parte, pero que eso no era suficiente para borrar todo lo que había pasado: "Él ha cogido su camino y yo el mío. Pero es inevitable que no tenga buena relación con él. Yo sé que él me dice que no me ha mentido, pero la que lo ha vivido he sido yo y para mí ha sido una mentira ", un hecho que no significaba que no se creyese sus lágrimas, pero le costaba más con "los hechos y los comentarios".