Y que mejor forma de saberlo que a través de sus cuentas personales de Instagram donde han dado sus últimas palabras. Mónica Hoyos se ha dedicado a enseñar todos los regalos que diferentes marcas le han hecho para que se lleve a su nueva casa y pueda lucir espectacular en cada una de las galas de los jueves (mientras siga dentro): "No queda nada para entrar en esta aventura nueva", escribía en uno de sus últimos post: "A saber como voy a reaccionar solo se que lo haré desde el corazón y con verdad".
Oriana Marzoli y Makoke han preferido ponerse a punto y divinas para hacer su entrada triunfal luciendo las mejores melenas. La chica realities se puso las mejores extensiones de su peluquería de confianza y la exmujer de Kiko Matamoros fue de buena mañana, a las 8:00 concretamente, estaba a las puertas de su peluquera de confianza (porque una vez dentro nunca saber quien va a poner las manos sobre su melena).
Las mamás, las más sentidas
Isa Pantoja, también mamá, ha querido reservarse la despedida del pequeño Alberto Isla para ella y no hacerla pública. Lo que si ha querido mostrar a sus seguidores han sido los múltiples mensajes de cariño y ánimo que todas sus amigas le enviaron a través de las redes sociales, las fieles defensoras que estarán en el exterior haciendo todo lo posible para que llegue a la gran final.
Las despedidas más variopintas
Particulares también fueron las despedidas de otros dos concursantes, Suso y Aramis Fuster. El ex Gran Hermano (sin ser VIP) ha preferido cenar como no fuese a comer en los tres meses que dura el concurso y pasar las últimas horas en una bodega bebiendo un buen vino. Celebrando por adelantado todo lo buen que está por venir. Muy diferente fue la noche de la máxima autoridad del ocultismo que sufrió una fuerte migraña que la mantuvo encerrada a cal y canto en su habitación intentando recuperarse lo más rápido posible para la gala de jueves. En el caso de Darek Dabrowski, sus últimas horas fueron para su pareja, Candela Gómez, una experta en Comunicación y Relaciones Públicas. Los enamorados aprovecharon el día para pasear de la mano por Madrid. El modelo saboreó la libertad, las calles abarrotadas y los kilómetros disponibles para andar antes de encerrarse en Guadalix de la Sierra donde solo podrá moverse encima de una cinta mecánica.
De Ángel Garó y el Koala no se sabe nada. Ninguno de ellos ha querido manifestarse a través de las redes sociales se supone que para dedicarse en cuerpo y alma a ellos mismos (o bien para hacer las maletas a última hora). Y es que en cuestión de horas todos ellos estarán poniendo rumbo hasta la que será su nueva casa, deseo de todo ellos, el máximo tiempo posible.