Desde que Miguel Ángel Muñoz 'cometió el error' de hablar de su madre en 'Chester in love', 'Sálvame' abrió la veda para averiguar qué fue de la vida de Cristina Blanco más allá del 'Qué fue de...' que publicó Bekia el 19 de noviembre de 2016.
Las cámaras del programa le siguieron hasta su barrio, y allí se la encontraron vestida de negro, muy delgada y cabizbaja. No hay ni gota de la Cristina Blanco del pasado, la que iba de plató en plató triunfante, feliz y rodeada de amistades famosas que la dieron la llevo de su éxito.
Poco a poco su éxito se desveneció, descendiendo a los infiernos cuando en el año 2007 fue detenida por robar en un hotel de Málaga. Fue condenada a 16 meses de cárcel por sustraer tarjetas de crédito y móviles de los clientes del establecimiento. Desde entonces, silencio...
Y ahora llegan más sombras, presentas y pasadas. Por un lado, Gema López ha recordado que un hombre muy conocido pagó una fuerte suma de dinero a Cristina Blanco para que hiciera un trabajo que perjudicara a un colaborador, Gustavo González. Esta colaboradora podría haber sufrido algún conjuro o ritual, pero no ha habido más detalles.
Se esconde de la gente
Por otro lado, las cámaras de 'Sálvame' se han desplazado a Usera, barrio popular del sur de Madrid en el que reside la bruja. Se ha quedado con un piso que heredó Miguel Ángel Muñoz de una tía, que ha preferido dárselo a él que a su progenitora. Así, después de tener a su madre en un piso del centro de la capital, la ha llevado a este domicilio. Esta casa tiene unos 60 metros cuadrados, es muy modesta y en ella vive prácticamente encerrada Blanco, que suele tener las persianas bajadas.
En el barrio no tienen muy buena imagen de ella. Dicen que no se le conoce un oficio como tal, que ha pasado por varios. Al parecer suele esconderse de la gente para no tener que saludar, va siempre con la cabeza gacha, lejos de los aires de grandeza que decían que se traía cuando todo era éxito. De todos modos, muchos no quieren hablar por miedo a que Cristina Blanco les haga algo.
Dentro de su nueva vida ha habido muchos pesares. Los vecinos no ven a las niñas que adoptó, por lo que están cuidadas por el padre de Miguel Ángel Muñoz, que hace una vida separada de Cristina Blanco. Por si fuera poco, hace dos meses murió su madre, y no fue al funeral. Cristina Blanco no pasa por un buen momento, y la presión mediática probablemente no le haga ningún bien...