Aunque María Pombo se negaba en un principio asegurando que eso es un trabajo para periodistas y comunicadores que saben hacerlo y que ella no tiene que estar haciendo todo lo que le proponen, finalmente acepta ambos trabajos. En la gala Forbes se promete no volver a hacer, pero tiene que repetir en los premios de la cadena musical. Ella misma reconoce en uno de los episodios que esto es un privilegio: "El mundo influencer empezó desde mi casa y ha evolucionado y me ha llevado a sitios como dar un premio en los 40 Principales o hacer cosas que sé que tengo que hacer y que son una oportunidad de oro", pero aún así es algo que odia hacer: "Pero que lo llevo muy mal".
Siempre que tiene que pasar por algo así a María Pombo se le generan unas sensaciones horribles que no le gustaría tener porque no forma parte del trabajo que ella desarrolla como influencer, sino que pertenecen más al universo celebridad en la que se ha convertido: "Lo llevo muy mal. Me duele la tripa, me pongo nerviosa, tengo ganas de vomitar, me quiero quedar en casa. Lo llevo fatal". Y si en la gala Forbes no fue como a ella le gustó, en los 40 aún menos.
En el capítulo se puede ver como practica con su hermana lo que va a decir sobre el escenario del Wizink Center de Madrid y como, llegado el momento, apenas articula cuatro palabras y el resto lo dice todo Tony Aguilar con quien entregaba el premio al grupo Take That. María Pombo lo surfea con una sonrisa, pero al llegar a su mesa no puede ocultar su enfado: "¿Para qué lo hago? No he entendido nada. Me he sentido la mujer más estúpida del mundo. Yo creo que el pobre me ha querido ayudar porque estaba nerviosa, pero ha sido horrible", le decía a su hermana, que era más un poco más virulenta con su opinión: "No te ha dado ningún paso a decir nada. Él cogió carrerilla...".
Sobre ello hablaban también en los totales de la serie: "Me tocó Tony Aguilar, ¿qué cuantos años lleva en la radio? Muchísimos. El pobre me quería ayudar porque le dije que estaba muy nerviosa y él dijo 'pues ya lo hago yo todo'", decía María Pombo todavía muerta de la vergüenza. En cambio Marta Pombo, sentada junto a ella, volvía a ser un poco más chincona cuestionando la actitud del locutor: "Yo no estoy tan de acuerdo con que te quería ayudar, sinceramente. Vamos a ver, ni un pasito te dio", decía echando la culpa al Aguilar.
Tony Aguilar: "Me miraba y no hablaba"
Y claro, por alusiones, el presentador ha respondido a través de su cuenta de X -antes Twitter- con un vídeo del documental en el que hablan de él y se lamentaba tanto porque María Pombo se sintiese así como por lo que su hermana decía de él: "Queridas hermanas Pombo. Efectivamente María está en lo cierto. Me dijo que estaba muy nerviosa y la tranquilicé y le ofrecí mi ayuda", pero destaca el problema no era tanto que el cogiera carrerilla sino que la influencer no siguió el guión como lo habían establecido porque, básicamente, no arrancó a decir lo que había acordado: "Recordará que tenía que decir que 'Back for good' es un himno, pero me miraba y no hablaba".
Respecto a Marta Pombo era más escueto: "Siento que Marta, sin conocerme de nada, piense eso de mí", decía sobre la opinión que tenía la otra hermana influencer. Una opinión que, ahora en una red social como X, le ha traído muchas críticas a Marta Pombo: "Cuando eres hermana DE y quieres que hablen de ti, pues no hay nada como hacer ruido . Ni caso Toni. Eres muy grande y lo sabes", decía Sebas Maspons de Cadena Dial; "Nadie que te haya tratado más de cinco minutos diría una cosa ni medio parecida" decía el grupo Veintiuno; "Espero que aprendáis a que gente no invitar a vuestros premios", escribía otro usuario.