Tras haber caído en la tentación, Tom Brusse abandonaba 'La isla de las tentaciones' solo, pero prometiéndole a Sandra, tu tentadora, un futuro juntos. Tres meses después de aquello, la pareja reaparecía en un programa especial reconociendo que tenían una relación consolidada, que ya vivían junto y que incluso había conocido a sus respectivas familias -todo ante la ojiplática mirada de Melyssa Pinto, expareja del marroquí-.
Sandra aseguraba que, pese a ver todo lo que le había hecho Tom a Melyssa, la confianza que este había depositado en ella era más que suficiente para abalar que su relación era real y tenía futuro. Ahora, apenas 24 horas después de la emisión de aquel programa, 'Sálvame' saca a la luz un audio en el que tentadora estaría ya intentando hacer negocio en la prensa del corazón a costa de su romance.
"Te he llamado porque hemos estado dando una vuelta, es algo retorcido, pero imagínate unas fotos en una tienda de bebés ", se escucha a Sandra decirle a un periodista. Este último le asegura que le parece todavía un poco pronto para que fuese creíble que como pareja estuviesen esperando un hijo y rápidamente la tentadora le propuso otra idea: "Una inmobiliaria".
Pero Sandra tenía claro que la idea que más dinero podría reportarles era la del bebé y se muestra dispuesta a esperar un tiempo, al menos hasta el mes de diciembre tal y como le recomienda el periodista. Tras esta primera oferta fallida, la joven no duda en hacerle saber que tanto ella como Tom están dispuestos a escuchar ofertas de las diferentes revistas para dar alguna exclusiva, algo que ya hizo Melyssa Pinto en la portada de la Revista Lecturas: "Esa que la paguen bien", le dice al periodista: " Unos 1.000 euros por cabeza es una buena exclusiva realmente ".
Ya se dejan ver públicamente ante las cámaras
Mientras tanto, los exparticipantes del programa han comenzado ya a vivir la vida de celebridades y se han dejado ver por Madrid. Perseguida por una cámara de televisión, Sandra se paseó por un centro comercial mientras hablaba por teléfono. Sospechosamente, entra y sale con las manos vacías. Posteriormente se dirige hacia una gasolinera donde la espera Tom Brusse. Ambos se marchan juntos en el coche y se dirigen a su nítido de amor siendo perseguidos por la prensa, algo que no parece molestarles en exceso.