Tras la tensión no resuelta,- o sí -, que han dejado ver constantemente Tom Brusse y Daniela Requena en el plató de la nueva edición de 'Pesadilla en el paraíso', ambos son los nuevos inquilinos del pisito de 'Solos'. Así lo comunicó Sandra Barneda en el debate del domingo de dicho reality y en ese mismo momento, entraron a la que va a ser su casa los próximos días.
La presentadora y los presentes en plató hicieron reiteradas bromas en cuanto al hecho de que ambos colaboradores van a poder disfrutar de la compañía el uno del otro en la señalada fecha de San Valentín. La complicidad y conexión que tenían era evidente, y así lo han apuntado en ocasiones tanto Carlos Sobera como Sandra Barneda en más de una ocasión en plató, donde además confirmaron que incluso habían llegado a pasar una noche juntos.
Y así anunció la presentadora quienes emprenderían esta nueva aventura: " El piso de 'Solos' se vuelve a abrir', Tom vente para aquí ", y el público aplaudía al entender enseguida que el que fue un célebre concursante de 'La isla de las tentaciones' sería uno de los integrantes del famoso pisito. No obstante, su cara cuando supo que sería Daniela Requena su compañera en este reto, fue un poema, y no precisamente en el mal sentido. "¡¿En serio?!", dijo bastante contento el francés.
Saltan chipas en 'Solos'
Sandra Barneda les entregaba entonces la llave y les daba permiso para visitar su nueva morada. Ambos entraban muy ilusionados a este reality de Mitele Plus y hacían un tour: " Oye, pues es bonito ", agregó la concursante de la anterior edición de 'Pesadilla en el paraíso'. Los colaboradores no se han cortado ni un pelo en mostrar públicamente su tonteo. La canaria le ha enseñado a Tom Brusse sus pijamas y este no ha escondido sus nervios ante el que ella traía preparado para la noche del 14 de febrero.
El exnovio de Sandra Pica le ha comentado que es sonámbulo y que quizás por la noche haga cosas extrañas que despierto no haría. La periodista le ha seguido el juego sin ningún tipo de pudor y le ha confesado que le daría la bienvenida a su cama, si este dormido decide dormir con ella: " No sé cómo voy a poder resistirme a esta tentación ". Tras este vaivén de conversaciones, ambos disfrutaron de una agradable cena y velada con vino y fresas.