Georgina Rodríguez ha conseguido convertirse en un todo un icono, y su fama ha llegado hasta tal punto que ya cuenta con un reality en Netflix donde ha enseñado detalles desconocidos sobre su vida hasta la fecha. La modelo conoció a Cristiano Ronaldo en 2016 cuando era dependienta de Gucci y ahora se ha convertido en una celeb más.
Georgina Rodríguez fotografiándose con varias joyas/ Foto: Netflix'Soy Georgina' le ha dado la oportunidad de hablar de su vida, pero también de enseñar los lujos y excentricidades de los que se rodea, cómo elige la ropa que lleva o algunas de las viviendas que posee, a las que tampoco les falta detalle. Entre las propiedades que ha enseñado se encuentra la de Madrid, porque aunque vivan en Manchester, siguen teniendo la casa en la que vivieron juntos al principio de su relación. Fue en 2009 cuando el futbolista fichó por el Real Madrid y adquirió esta vivienda en Pozuelo de Alarcón, así que desde ese momento se ha convertido en una de sus propiedades favoritas.
Tiene una superficie de 950 metros cuadrados construidos sobre una parcela de unos 4.500, con una piscina exterior. La vivienda tiene 4 dormitorios, todos ellos con baño en suite, más un dormitorio principal con dos baños en suite, uno para hombre y el otro para mujer. También hay 2 dormitorios de servicio y dos baños más un aseo. La modelo enseña en uno de los capítulos que llega a su casa en Madrid para cambiar la decoración de la misma, enseñando algunas de las piezas únicas que quiere vender en el mercado de lujo de segunda mano.
Georgina Rodríguez posando/ Foto: NetflixOtra de las casa que enseña es la de Turín, una vivienda en la que han pasado los últimos años de su vida hasta que Cristiano Ronaldo ha fichado por el Manchester United. El Corso Alberto Picco es su mansión en la ciudad italiana, situado a pocos minutos a pie del centro y con unas vistas privilegiadas. La casa cuenta con tres plantas, 800 metros cuadrados construidos y una parcela de 3.000 metros.
También tienen un yate y un jet privado
Y no hay que olvidar que a pesar de que en el pasado se moviera en autobuses o en el metro, ahora su transporte es mucho más cómodo y tiene tanto jet privado como yate. El futbolista cumplió un sueño con su avión particular, el jet bimotor Gulfstream G200, que adquirió en 2015 por más de 25 millones de dólares, y que la pareja usa para moverse de un país a otro. Georgina Rodríguez ha contado en su documental que está encantada porque preferiría no viajar con Cristiano si eso supusiera tener que ir a un aeropuerto convencional. Por otro lado, con sus amigos y familia ha enseñado cómo ha disfrutado de un yate de lujo que cuenta con todas las comodidades. Tiene 27 metros de eslora, c uatro camarotes y cinco baños, solarium, salón, comedor y hasta un bar al aire libre en la cubierta superior.
