Rosario y Álvaro han protagonizado una de las historias de amor que más ha llegado a la audiencia, sobre todo en su etapa final. Los participantes de 'La isla de las tentaciones' llevaban cuatro años juntos cuando decidieron ir al programa para reforzar su relación pero nada más lejos de la realidad. Rosario se dio cuenta de que su novio no la valoraba lo suficiente y se dejó llevar con Suso, uno de los tentadores.
Rápidamente, Álvaro decidió hacer lo mismo y tuvo un affaire con Sabela, destacando uno de los momentos que ha hecho historia en el programa: el trío con Sabela y Rosana. Sin duda alguna, su paso por el programa ha sido de lo más turbulento pero sus reencuentros han removido a la audiencia, ya que se han dicho todo lo que sentían rotos en lágrimas. Parecía que podía llegar una segunda oportunidad pero nada más lejos de la realidad.
Álvaro, apenado por su ruptura | Foto: telecinco.esRosario tenía muy claro en el debate que no le iba a dar una segunda oportunidad a Álvaro y el joven se quedó completamente roto ante la decisión de la que era su novia. Durante el segundo debate, ambos estaban en el plató y era inevitable preguntarles cómo habían terminado la noche anterior: " Estoy mejor. Entendí a Rosario en todo momento. Estuvimos hablando bien, salí de aquí destrozadito. Ella estuvo conmigo un ratito hablando, estuvimos bien. Buscaré ayuda en mi familia, amigos, mi gente".
La realidad de Rosario
Rosario tampoco esperaba lo que sucedió en el debate y así lo contaba: "Yo no me esperaba que el debate fuera a ir así por esa rama, porque como la realidad que vivimos fuera fue un poco diferente, luego llegar aquí y exponer otra vez nuestros sentimientos para mí fue muy duro y, de hecho, salí de aquí también fatal y con ganas de seguir hablando con él y de estar ahí para él en todo momento porque al final yo sé que lo está pasando mal".
Rosario escucha a Álvaro | Foto: telecinco.esSandra Barneda fue la que hizo saltar todas las alarmas haciendo esta pregunta: "Te lo vi en los ojos. ¿Estás ilusionada con alguien?". Con un gesto un tanto extraño, muy sonriente y poco contundente, Rosario respondía que no, pero la terapeuta también lo ponía en duda: "Es un no muy sonriente. A todos nos ha llamado la atención que sonrías tanto y que ilusionadamente digas que no". Rosario, entre risas, respondía: "Es que tengo cara de simpática, es eso".
Por su parte, Álvaro parecía seguir teniendo esperanza: "Yo respeto siempre la opinión de Rosario en todo momento. Yo vi en sus ojos que por dentro aún sigue sintiendo algo por mí pero ella es libre de hacer y deshacer lo que ella quiera. Yo sí lo pude ver", decía. No cabe duda de que la relación parece estar acabada por completo y, a juzgar por el rostro de Rosario, la ilusión podría haber vuelto a su vida.
