El 'Caso Matamoros' sigue en ebullición, y mientras los protagonistas intentan pasar más desapercibidos, otros hablan por ellos. Uno de ellos ha sido el taxista que llevó a Tanit Grande y a su acompañante Manuel del aeropuerto a la casa de ella, situada en Pozuelo de Alarcón. Él fue testigo de lo sucedido y por tanto declaró en la vista previa al juicio, que se celebrará el 17 de marzo.
Antonio Marcos Oliveira, que así se llama el susodicho, ha contado para 'Sálvame' lo que vio. Según su relato, al bajar las maletas de los viajeros apareció Diego Matamoros, que fue corriendo y tropezó con las maletas. Salieron los padres de ella de la casa, que estaban dentro, aunque la madre ha dicho que lo vio todo por la ventana. El muchacho salió corriendo y Matamoros fue detrás, aunque volvió junto a Tanit Grande para intentar hablar con ella. Ni ella quiso, ni los padres le dejaron. Además, al darse cuenta de que la muchacha estaba sangrando, se disculpó: "Él pidió perdón y ahí se dio cuenta de que le había golpeado la cara".
Demanda de filiación
Por otro lado, se ha sabido que Diego Matamoros ha pedido que en el juicio haya un perito que mida su fuerza para que se vea que no ha querido hacer daño a Tanit Grande, la madre de su hija. Además, en relación a esto último, Según 'Sálvame', Matamoros estaría dispuesto a hacerse las pruebas de paternidad para reclamar sus derechos como padre de Adara. La gota que ha colmado el vaso ha sido que la psicóloga ha reconocido en la vista que Diego Matamoros no es el padre de su hija.
Como se ha explicado, Tanit Grande no quiso que Adara llevara el apellido Matamoros, y él pensó que era normal que solo fuera la madre a inscribir a la pequeña, un error, ya que al no estar casada la pareja, el padre tiene que reconocer a su descendiente.
Llegaron a un extraño acuerdo por el cual él se ocupaba económicamente de Adara, y padre e hija podían verse aunque no hubiera vínculo legal. Ahora, al haber declarado Grande en sede judicial que Adara sea descendiente de Diego Matamoros, él pierde todos los derechos oficiosos, más si cabe con la orden de alejamiento dictada contra su persona. Por ello, Matamoros prepara una demanda de filiación.