El concursante ha decidido quitarse la careta y hablar como nunca sobre su vida pasada y sobre cómo estuvo al borde de entrar en la cárcel.
'La casa fuerte 2' ha vuelto a instalar su 'Espejo del alma' para que, en esta ocasión, se mirase a él Albert Álvarez. El concursante llegaba al encuentro con Lara Álvarez muy nervioso pero decidido a abrirse como nunca antes lo había hecho, asegurando que se considera una "víctima de la sociedad" y que muchas veces ha mostrado su mejor cara pero "con maquillaje". Una coraza que se ha quitado por completo, hablando "sin ningún tipo de tapujos" para dar a conocer "quién soy de verdad". Así, al mirarse al espejo, ha asegurado ver "una víctima de la cultura, de la sociedad. Un chico que ha experimentado una vida llena de emociones", antes de abrirse por completo y de hecho, hacerlo delante de sus compañeros, que le han apoyado con un aplauso.
"En una época de mi vida, cuando estaba interno en un centro deportivo, sentí que estaba totalmente solo. Hubo un tiempo que pasé en soledad y aprendí mucho de quién soy yo. Es más, para mí la soledad es fundamental y necesaria, necesito apartarme de vez en cuando. Pero como todo, la soledad excesiva puede dañar", decía evitando emocionarse al hablar de lo que significa para él la palabra 'soledad' y asegurando que "ahora mismo realmente no me siento solo, sé quién soy, sé quién es mi gente aunque no los tenga cerca...".
Albert: "Estuve muy cerca de entrar en la cárcel"
La segunda de las palabras a las que se enfrentó era 'cárcel' y, visiblemente nervioso, decidió explicarse: "Cometí muchos errores cuando era joven. No entré a la cárcel. La sociedad siempre te pone una etiqueta. Cuando era estudiante me decían que no era lo suficientemente bueno. Luego tuve problemas en la cárcel y un tribunal dijo que era suficientemente malo y por eso me salvé. Estuve muy cerca, cometí muchos errores, estuve arrepentido mucho tiempo. Me juntaba con personas que no me hacían bien, olvidé quién era,... Lo que pasa que hubo un tiempo que intenté hablar con ese chico que tantos errores cometía y hace tiempo que ya no puedo hablar con él porque no tengo manera de contactar con él porque desapareció hace muchos años".
La tercera palabra fue 'frustración' y el deportista habló de la frustración por la que se pasa cuando eres un deportista de élite y para ganar algo también tienes que perder mucho, llegando a decir que cree que "estaba enganchado a ese sentimiento de grandeza, de que cuando ganas viene el político de turno y te da la palmadita en la espalda, vienen los patrocinadores", Álvarez ha relatado que fue consciente de la vida que llevaba cuando un día tuvo un accidente: "En la camilla del hospital me di realmente cuenta de que solo tenía a cuatro personas a mi lado, mi madre, mi padre, mi hermana y me entrenador que en paz descanse. Los patrocinadores se fueron, los políticos ahí no estaban... Esa es mi gente y es a los que nunca voy a traicionar".Y la cuarta y última palabra era 'pobreza'. Sin poder evitar terminar de emocionarse por completo, el concursante ha explicado que es "lo que más me duele porque lo hemos vivido todos en casa". "Hubo una temporada muy larga donde tuvimos dificultades por intentar tener la nevera llena. Mi madre se encontraba con una enfermedad que no podía tirar hacia adelante y recuerdo unas Navidades y un Fin de Año donde solo teníamos para un bocadillo. Había inviernos muy duros, cuando no hay dinero para la calefacción se pasa mal. No fue fácil, fue difícil pero hay una cosa a la que siempre estaré agradecido. Recuerdo esos momentos tan duros donde no teníamos nada y recuerdo la honradez de todos los vecinos que, sin decir quién eran, todos los días en la puerta encontramos una bolsa de comida, y eso es compartir y de manera desinteresada", explicó envuelto en lágrimas, asegurando que la pobreza a él le sirvió "para compartir cuando las cosas no van bien. Es algo amargo, han pasado, las cosas ya no son así pero me duele aún".