Los tesoros de Paz Padilla: descubre su increíble casa rural 'Can Miquelet' por 3.000 euros a la semana

Ver y contemplar el día a día de las celebrities es algo que llama la atención de todos. Por norma general, sus hábitos, tradiciones y, en general, su forma de vivir siempre pasan a formar parte de muchas listas de deseos de desconocidos. Objetos valiosos como coches de lujo, ropa de grandes marcas reconocidas y propiedades con características muy precisas son algunos de los culpables que les hacen estar siempre en el punto de mira. Aunque eso sí, hay que decir que detrás de todos estos ricos y lujosos "manjares" también está presente el esfuerzo y la dedicación puesta a sus respectivas profesiones.

Como ocurre, por ejemplo, con figuras tan conocidas mundialmente como la de Cristiano Ronaldo quien, tras haber nacido y haberse criado en el seno de una familia humilde, ha sabido coronarse por obtener el título de una de las personas más ricas de todo el planeta. Un presente que, seguramente, nunca se hubiera podido imaginar cuando era pequeño. Pues algo parecido es lo que ocurre también con una de las presentadoras televisivas del momento, la gaditana Paz Padilla. Un rostro que siempre ha estado identificado con el mundillo de la interpretación y del humor y que, hace poco tiempo, decidió dar un giro en su vida para compaginarlo con nuevos retos y experiencias profesionales.

Paz Padilla disfrutando de su masía en Girona

De esta forma, la doble cara de Padilla lleva dejándonos un buen sabor de boca en la pequeña pantalla desde hace ya varios años. Por un lado, robándonos esa merecida carcajada con su personaje de Chusa en 'La que se avecina' y, por otra parte, con su trabajo de presentadora en uno de los espacios televisivos de mayor éxito de los últimos tiempos: 'Sálvame'. Allí no solo ha demostrado tener buen talante para dirigir a todos sus compañeros y colaboradores del programa, sino que también ha conseguido reafirmar su fortaleza a la hora de relevar al gran Jorge Javier Vázquez.

Con todo ello, no es de extrañar que el bolsillo de la gaditana haya ido tomando forma con el paso de los años. Hace tres décadas que el personaje de Paz Padilla nacía en un concurso de humor de Canal sur y, hasta el presente, no ha parado de dejar anécdotas y buenos momentos para el recuerdo. Y todo ello, por supuesto, también merece su recompensa. Atrás queda ya su pasado más humilde, sus largas horas trabajando como limpiadora en uno de los hospitales de Cádiz. Ahora, a Padilla se le conoce por hacer que más de uno acabe con dolor de tripa de tanto reírse, por conseguir que millones de personas permanezcan pegadas a sus televisores para ponerse al día de la prensa rosa.

Piscina exterior de la casa rural Can Miquelet, propiedad de Paz Padilla

Con más de 300 años de antigüedad

No obstante, parece lógico y normal que la actriz haya sido capaz de crear un imperio repleto de inmensas y lujosas propiedades. Una de ella es, por ejemplo, su ya conocida mansión de Villaviciosa de Odón, en Madrid, en la que vive su día a día junto a su hija Anna. Una vivienda que supera los 1.800 metros cuadrados de parcela y que también sirve de cobijo ocasional para su marido Antonio Vidal, quien actualmente se encuentra viviendo en Cádiz. Sin embargo, existe otra propiedad 'Padilla' mucho más impresionante que ha conseguido que más de uno de nosotros acabe completamente impresionado.

Y no es otra que su grandiosa villa de en el pueblo de l'Empordà de Vilademuls, en Girona. Una casa rural que toma el nombre de Can Miquelet y que lleva gestionando la presentadora desde el 2003, año en el que se separó de Albert Ferrer, padre de su hija Ana Ferrer. Así, además del nombre y el personaje que queda asociado a este increíble inmueble, la masía también ha tomado cierta relevancia entre el público rural gracias a sus fabulosas cualidades. Una casa que data del año 1700 y que se extiende a lo largo de más de cuatro hectáreas con cierto valor ecológico, lo que le hace estar entre las favoritas del público rural.

Uno de los salones de la masía de Paz Padilla en Girona

Todo un acierto si lo que se pretende es pasar unas vacaciones bajo la más absoluta relajación. Y es que cada una de las partes que forman esta bonita masía catalana logran todo lo posible para que sus huéspedes recuerden su estancia como una de las más acertadas de su vida. Pero eso sí, el bolsillo también debe estar lo suficientemente cargado como para poder crear y conservar una experiencia como ésta. En concreto, el precio del alojamiento en temporada alta oscila entre los 3.000 euros por semana o 1.000 euros el fin de semana. Una cantidad que queda contrarrestada una vez se descubren todas y cada una de las cualidades que definen a esta majestuosa propiedad.

Para empezar, hay que decir que la masía se alza en base a sus dos edificios principales, entre los cuales se puede albergar a un total de 14 personas. Además, cuenta con un total de cinco dormitorios, en los que poder acoger a sus respectivos huéspedes, y un gran número de salones, donde el relax se percibe a través de sus múltiples elementos. Asimismo, la absoluta presencia de detalles rústicos preside cada rincón de la casa, incluyendo alguna que otra chimenea en varias estancias de la casa y haciendo que sus muebles y propiedades decorativas adquieran un toque vintage y campestre. Por su parte, cómo no, la madera y la piedra se coronan como los materiales principales de la masía, formando parte de su absoluta estructura.

La masía de Paz Padilla cuenta con un dormitorio suite y cuatro habitaciones normales

De igual modo, la casa rural Can Miquelet cuenta con los servicios de piscina de verano y una zona chill-out o de relajación en la que poder evadirse del estrés y la rutina. Una sorpresa desconocida por muchos y de la que, por otra parte, ya habrán podido disfrutar muchos de sus huéspedes habituales. Mientras tanto, Paz Padilla continúa saboreando el éxito con la apertura de su nuevo chiringuito en Zahara de los Atunes. Un negocio con el que ha querido inaugurar el verano 2017 y que ha querido bautizar como La Trompeta. Y cómo no, el enclave no podía ser otro que ese pequeño pero ensoñador rincón gaditano que, hace meses, le vio dar el 'sí, quiero' a su marido Antonio Vidal.