Un momento trascendental
La vida de Terelu Campos dio un giro de 180 grados a causa de su enfermedad y, aunque ha sabido enfrentarse a ella y ha conseguido superarla, el miedo sigue presente. Por eso mismo, y por todas aquellas personas que han estado en su lugar y no han conseguido superarlo, o se encuentran en proceso de recuperación, como ella, la presentadora ha defendido el apoyo a la sanidad y el aumento de la inversión en investigación: "Insisto en lo de siempre, debemos tener un transporte decente y gratis para todos, y debemos tener unas carreteras seguras, pero, claro, si no cuidamos la sanidad y no invertimos en investigación... Pues, al final, a mí me parece estupendo que haya una autovía de la hostia, pero si estoy muerta, ¿para qué me sirve?", ha cuestionado, en unas durísimas declaraciones.
Tras realizarse la doble mastectomía, la vida de Terelu Campos cambió. Aunque esa elección por parte de la presentadora supuso el minimizar al máximo la posibilidad de volver a padecer un cáncer de mama, también implicó un cambio radical en su vida personal, especialmente en sus relaciones. Ante la pregunta de si se arrepiente de haber tomado esa decisión, Terelu Campos responde: "Es una pregunta muy complicada de contestar. Porque yo no puedo decir no de una manera rotunda. Analizo los pros y los contras. En los pros, sin lugar a dudas, está el reducir al máximo la posibilidad de generar un tercer cáncer de mama y por otro lado, a mí me ha cambiado la vida mucho. Ha sido un antes y un después en mi vida personal. Es una realidad que asumes, pero tiene su poso de tristeza también", explica la periodista.
A punto de cumplir los cinco años desde su último cáncer, Terelu Campos se muestra vacilante, pues el miedo y la esperanza se mezclan a partes iguales: "Yo creo que esta enfermedad, como es tan traicionera, porque, cuando da la cara, en muchos casos ya no te da la oportunidad de pelear, superarlo al 100% es muy complicado". Por el momento, Terelu Campos debe someterse a revisiones médicas cada seis meses, algo que cambiará en julio, cuando se cumplan los cinco años desde su último cáncer, pues pasarán a ser anuales. Ante la llegada de ese momento, la presentadora siente miedo: "Tengo que confesar que yo le he dicho a mi oncólogo que no quería dejar la medicación, porque me da miedo. Y al final, pues después de 11 años de tratamiento, el ser humano se acostumbra a todo", explica, sincerándose sobre cómo se siente respecto a su enfermedad.