La televisiva reconoce estar todavía asimilando la gran pérdida de su compañera y amiga.
El pasado miércoles 23 de junio llegaba la peor noticia para Mediaset: Mila Ximénez moría a los 69 años un año después de serle diagnosticado un cáncer de pulmón. Un hachazo para muchos, pero especialmente para los que fueron sus compañeros de 'Sálvame' y, todos ellos, amigos. Pero no solo los que estuvieron en sus últimas veces en el plató, sino también aquellos que durante años se sentaron a su lado o frente a ella. Es el caso de Terelu Campos que, además, estuvo más unida que ella en el último año por estar unidas por una enfermedad tan complicada.Tras hacer frente a su último adiós, la hija de María Teresa Campos hacía frente a su reaparición en los platós, en este caso en 'Viva la vida', su ahora lugar de trabajo. El programa daba comienzo con una sentida conversación entre ella y Emma García en la que Terelu Campos aseguraba que "en estos casos hay la aceptación, que aún no estoy; y la reconciliación con la vida y la muerte, con tu cabreo...". Un estado en el que asegura todavía no haber asimilado la pérdida de su amiga.
Para la hermana de Carmen Borrego el vivir el devenir del cáncer de Mila Ximénez fue difícil de asimilar. "Hace un año yo nunca pensé en ese desenlace porque así se me hizo saber. Así se nos hizo saber", asegurando, como había dicho en una carta que ella misma escribió en la revista Lecturas, que este no era el final que ella se esperaba: "Hace un año yo pregunté cuáles eran las expectativas y no eran estas, pero luego la vida te pone obstáculos continuamente. Y esta ha sido la mayor carrera de obstáculos que yo he vivido con ella. No nos funcionó nada, eso ha sido espantoso".
"Nos han puesto una piedra considerable en el camino"
Terelu Campos estuvo a su lado lo máximo que podía siendo testigo de como la televisiva veía como cada vez era más difícil padecer la enfermedad: "Ella me miraba con toda la verdad y me decía 'no puedo más' y yo le decía 'bueno, todos tenemos un día bajo. Nos han puesto una piedra considerable en el camino'". Una dualidad que tuvo casi hasta sus últimos días: "Y a pesar de que una parte de ella no quería de verdad, otra parte de ella necesitaba que tenía que luchar".
Y esa no es otra que su hija Alba Santana, el gran pilar de la vida de Mila Ximénez: "Es la mejor hija que alguien puede tener. Mila vivía por ella. Ha pasado por momentos muy difíciles que de no haber sido por Alba. Es la clase, la bondad, la paz, la inteligencia, el amor...", se deshacía en halagos. Los mismo que tenía para su amiga: "Mila sonreía y se le iluminaba la cara. Telecinco y Mediaset no será lo mismo sin ella. Era una persona concienciada y entregada a su trabajo. Era auténtica y eso es lo más importante", una forma de hablar que todavía le cuesta: "Me cuesta mucho hablar en pasada".Algo por lo que siempre la recordará: "Su abrazo era diferente, por eso el perdón iba implícito en su persona. Mucha gente durante muchos años no ha entendido el amor que nos tenemos. No hablo en pasado. Una de las cosas que me parecen más bonitas de la vida es tener personas de verdad, que te dicen 'te quiero' eso es... y cuando te dicen 'ofú' es 'ofú'".