El Tato comentaba con ella: "La voy a denunciar por despido improcedente pero ni siquiera tenía firmado un contrato de trabajo". Respecto al tema de la presencia de la Guardia Civil tras su despido, lo cierto es que él no tenía noticias de que nadie de la casa los hubiera llamado. Los colaboradores del programa apuntaban a que igual llamaron por si se formaba alguna discusión.
Jaleo de contratos
La situación podría ser más complicada de lo que parece porque el Tato podría no haber tenido contrato: "Tanto Eduardo como su novia Eva tienen el contrato de confidencialidad firmado desde que pisaron la casa", explicaba la periodista y comentaba que la novia de este, Eva, sí que tenía el de trabajo firmado pero o el de trabajo. El Tato lo tiene claro: "Lo tengo en manos de mi abogado, pero si a mí me dan una justificación de mi despido no pongo la denuncia por despido improcedente".