Como otros muchos programas, 'Y ahora Sonsoles' trató la maternidad de Ana Obregón, que ha tenido una hija a los 68 años por gestación subrogada. Ante lo que se ha dicho en general y lo que se comentó en la tertulia, Tamara Gorro, colaboradora del programa y madre por gestación subrogada, no dudó en hablar para contar su propia experiencia, como ha hecho siempre que ha tenido ocasión.
Para empezar, reconoció sentirse "identificada por la cantidad de golpes injustos que está recibiendo" Ana Obregón. Aseguró que hay mucha desinformación sobre la gestación subrogada y estalló cuando se habló directamente de que estábamos ante una compra de bebés: "Estoy histérica, nerviosa y ofendida. Yo no he comprado ningún bebé, ¿sabéis lo que estamos consiguiendo con esto? Fomentar odio, y es por lo que yo llevo luchando siete años que tiene mi hija. Porque a lo mejor mañana a mi hija le dicen 'tú eres comprada'".
Ella sí gestaría si fuera legal en España
Entre los detractores de la gestación subrogada se dice que siempre se recurre a mujeres pobres, a mujeres vulnerables que deben hacerlo para subsistir y que ninguna que tuviera una buena posición económica se prestaría a gestar el hijo de otra persona. Tamara Gorro declaró que ella lo haría si fuera legal: " Si se regulariza la gestación subrogada, seré la primera que geste para quien lo necesite y eso se llama amor, no comprar bebés".
Además, no dudó en sentarse con Sonsoles Ónega para contar su propia experiencia cuando tuvo a su hija Shaila junto a Ezequiel Garay. Ambos recurrieron a la gestación subrogada tras numerosos tratamientos de fertilidad que no funcionaron: "Me pongo tanto en el lugar, con permiso, de las mujeres, hablo por mi propia experiencia. Se pasa tan mal, que una por gusto no recurre a eso, de verdad", comentó en referencia a que se recurre a la gestación subrogada por causas justificadas pese a algunos casos en los que no ha sido así.
"Mi hija sabe cómo fue gestada y te lo cuenta. Te dice: 'Yo estuve en la tripa de la amiguita de mamá, porque mamá estaba malita'. Lo irá entendiendo con el tiempo, y cuando se puso bueno tuvo a mi hermano Antonio. Mi hija ve fotos, sabe todo. Hay que dar naturalidad a lo que hay. Estoy completamente en contra del maltrato a una persona. En países donde se hace esta reproducción asistida, porque la gestación subrogada es un método de reproducción asistida, cosa que aquí, sí se puede, como por ejemplo donar óvulos o esperma. Estoy en contra completamente de que a una mujer se la obligue a hacer algo que no tenga voluntad de hacer. Pero es que mi caso no es así".
La presentadora quiso saber cómo se elige a la gestante, a lo que la colaboradora contestó que es mutuo: " Nos elegimos mutuamente. Yo contacto con una agencia, donde tengo interés en hacer este procedimiento y la gestante te conoce. A ella le pasan un informe tuyo y de tu pareja, y a ella, a la inversa. Entonces, 'me apetece conocerla', 'a mí también me apetece conoceros'. Nos conocimos a través de una videollamada porque ella estaba en Utah. Nos conocemos, nos aceptamos y comienza el proceso. El proceso judicial estadounidense arranca desde el minuto 1 en el que se da positivo ese embarazo. Ahí se inicia un proceso judicial en el que el juez, en todo momento, está pendiente de que se esté cumpliendo todo por ambas partes ", prosiguió Tamara Gorro.
" No hay una compensación económica, o no en mi caso. Lo que hay es que un embarazo supone unos gastos. Eso faltaría que lo pagase ella", manifestó la colaboradora, que cuando Sonsoles Ónega preguntó si se podía hablar de la gestante como la mujer a la que se contrata, ella especificó que no: " Yo a ella no la contrato. La agencia hace un contrato, pero eso va ante un juez". Comentó además que su gestante estaba acompañada de su marido y que la suegra estaba fuera.
"Cuando el bebé nace, la americana, que es como la llamo yo para no decir su nombre, decía: 'A su madre, a su madre'. Yo me levanté, me quedé en sujetador y Shaila se puso sobre mi pecho. Se dice, 'madre es la que pare'. No, perdona, ni madre, ni padre. Es el que cría, el que enseña, el que educa y el que da amor ", finalizó Tamara Gorro, que se llevó el aplauso del público.