La Marquesa de Griñón se ha sincerado sobre varios aspectos de su vida, entre ellos cuáles son sus obsesiones.
Tamara Falcó ha sido una de las invitadas del programa 'Martínez y Hermanos' que ha dado su salto a Cuatro, y ha sido ahí donde se ha convertido en una de las protagonistas de la noche. La Marquesa de Griñón ha hecho varias confesiones que han dejado a los otros dos invitados, Naiara y Garbajosa, atónitos. Cabe destacar que siempre suele ser muy natural, por lo que no ha dudado en revelar cosas hasta ahora desconocidas tanto sobre ella como sobre su boda o familia.
En el programa han preguntado a los invitados si son dados a obsesionarse, y ella ha confesado que se obsesionada todos los días con varias cosas. Entre tanto ha contado una manía que tuvo de no pisar las rallas del suelo y así lo ha contado: "Yo no podía pisar las rallas del suelo y claro, cuando el baldosín era muy pequeño la cosa se complicaba y tenía que buscar otras soluciones".Por suerte esta obsesión se le acabó pasando, y Dani Martínez ha querido saber cómo sucedió eso: "¿Cómo se te pasó?", a lo que ella respondía: "Es que llega un momento que se convierte en imposible tu obsesión, pienso que me estoy volviendo loca y entonces, cambiamos".
Pero esa no es su única manía, porque desde que se mudó a su nueva casa con Íñigo Onieva no para de mover las cosas de sitio. "Al principio me encantaba todo lo que he puesto, pero ahora me siento en el sofá empiezo a plantearme, qué pasa si cambio ese candelabro y me puedo pasar 20 horas cambiando los candelabros de sitio". El presentador ha querido saber cómo lleva esto su marido, y ha comentado: "Lo lleva fenomenal, de hecho me dice que me ha quedado mejor esta vez".No es la única de la familia
Y todo apunta a que ella no es la única en su familia que es dada a obsesionarse, ya que ha dicho que su hermano Enrique Iglesias es parecido en este sentido, diciendo de él: "Tiene un montón de obsesiones. En casa todos somos bastante obsesivos", si bien es cierto, no ha revelado ninguna en concreto. Por lo pronto, se sabe que no acudió a su boda porque no se siente cómodo en sitios muy concurridos, algo que también le obsesionaría.