Se llevaba muy bien con él, y así lo ha recordado: "Mi relación con él siempre fue buena, era todo un señor, fue buenísimo padre, súper paciente. Yo también llegué en un momento de su vida que creo que era muy bueno, porque era un señor maduro, él había sido padre por primera vez a los 26 años, que igual es un poco pronto, pero ya cuando me tuvo a mí estaba mucho más asentado".
Tras el divorcio de Crlos Falcó e Isabel Preysler sus lazos se estrecharon aún más, y así ha hablado de ello: "Al separarse mis padres, mi padre y yo pasábamos mucho tiempo los dos juntos en el campo, los fines de semana era cuando tenía con él, y mi padre era genial. Siempre nos ha apoyado a todos mis hermanos, somos cinco y no hay ni un hermano que no te diga lo maravilloso que era. Mi padre era súper culto, le encantaba España, trajo por ejemplo el riego por goteo para las vides, le encantaba hablar con todo el mundo".
Por otro lado, ha hablado del momento en el que le contó que estaba leyendo la Biblia: "Una semanas que me fui con él al campo yo pasaba mucho tiempo metida en el cuarto leyendo la Biblia porque me parecía fascinante, y entonces en un momento dado entró y me dijo: 'Tamara, qué haces todo el día en el cuarto metida, ¿estás metida en drogas? y yo le dije que no, y entonces saqué la Biblia, sonrió, y me dijo: 'Yo no he sido muy religioso, pero tu abuela sí lo era y estoy muy contento de que descubras el catolicismo'".
Por último, ha hablado de lo que era para los demás y sobre todo para sus hijos: "Mi padre era una persona súper positiva, que siempre creía en todos los proyectos, que acompañaba a todos sus hijos a todas las cosas, aunque no estuviera muy ocupado, siempre estaba muy pendiente". Tampoco ha pasado por alto uno de los mejores consejos que le dio sobre la herencia que le ha dejado, el Marquesado: "Me dijo que el título no te pertenecía, que era como una encina milenaria, que se la tenías que dejar en mejor estado al siguiente".
Jesús cambió su vida
"Si que es verdad que mi madre se enfadaba conmigo porque me decía, "si tienes de todo, ¿por qué no eres feliz?' Y yo no sabía decírselo. Y cuando me hablaba del alma, de que tenía que ser feliz conmigo misma, yo decía, ¿cómo se hace? Y lo descubrí a través de Jesús. Empecé a rezar y Jesús me cambio la vida. A través de él empecé a quererme más a mí misma, y, por ende, a los de mi entorno, y cambió totalmente mi vida", ha explicado sobre cómo Jesús le ha ayudado.