Puede que Tamara Falcó se haya convertido este 2020 en Marquesa de Griñón, pero esto no ha sido motivo para dejar atrás su mediática vida como colaboradora de televisión, todo lo contrario, sus apariciones en la pequeña pantalla son cada vez más comunes. Una de las que más han sorprendido -para bien- es la de su sección en 'El Hormiguero' donde una noche a la semana le confiesa Pablo Motos y al invitado alguna anécdota familiar que puede parecer atípica para los telespectadores, pero que es totalmente normal para ella al haber nacido en el seno de una familiar para nada común.
Acercándose ya las fechas navideñas, la hija de Isabel Preyler ha querido confesar cuál fue el regalo más especial que recibió en estas fechas en toda su vida: un caballo. "Real, no de juguete", matizaba por si había alguna duda. Falcó aseguraba que por aquel entonces llevaba ya un tiempo recibiendo clases de hípica y por ello a todo el mundo le pareció buena idea esta particular mascota.
Todo parecía ir estupendamente ya que la joven ya tenía práctica por aquel entonces. " Llevaba dos años montando y me hacía ilusión ", confesó. Pero las cosas se torcieron de buenas a primeras cuando un día se llevó un gran susto: " Un día me caí y desde entonces le cogí bastante miedo ". De esta forma, aquel regalo tan especial y que tanta ilusión le había hecho se acabó convirtiendo un pequeño trauma para la hija de Carlos Falcó.
El zasca de Trancas y Barrancas
No obstante, la colaboradora ha querido dejar claro que, a pesar de aquel accidente que no tuvo que lamentar mayores males que un susto, hoy día todavía sigue practicando hípica, pero de una forma mucho más relajada debido al miedo que todavía tiene en el cuerpo. "Ahora solo trotar", explica.
Pero Tamara Falcó no se levantó de la mesa sin llevarse un pequeñito corte por parte de los integrantes del programa más atrevidos, Trancas y Barrancas. La colaboradora confesó también que durante las Navidades a ella le gustaba más celebrar la llegada de Papá Noel que la de los Reyes Magos, algo que sorprendió a las mascotas del programa que no dudaron en espetarle: " Siendo tan religiosa, ¿no debería ser al revés? ". Lejos de quedarse callada, Falcó respondió con su características espontaneidad asegurando que, en Filipinas, la tradición era esa. Así que, ante estas palabras, quien le va a rebatir nada.