El gran susto de Dakota en 'Supervivientes 2019' en plena madrugada: "¡Ay, que llevo algo! ¡Quítamelo!"

Como bien su nombre indica, ' Supervivientes ' es un programa de supervivencia y esta da comienzo desde que los concursantes saltan desde un helicóptero al mar abierto. Desde el preciso momento están expuestos a la naturaleza más salvaje y los peligros que esta esconde. En esta edición de 2019 algunos han tenido más suerte que otros a la hora de contar con bienes de supervivencia como esterillas e incluso mantas para sobrellevar la noche en una isla en Honduras.

Dakota intentando quitarse lo que nota en la espalda | Foto: Telecinco.es

Este no es el caso del grupo de los abandonados que, efectivamente, han sido abandonados a la suerte sin casi nada para facilitarles la vida. Por eso concursantes como Dakota duermen tendidos sobre la arena con el único abrigo de la poca ropa que se pudieron llevar hasta allí. La que fue una de las protagonistas de 'Hermano mayor' más problemáticas de su historia no las tiene todas consigo por el pánico que le producen los insectos, los cuales no está dispuesta ni siquiera a comerse en el momento en el que el hambre apriete.

Dakota y Jonathan en plena noche | Foto: Telecinco.es

Pero no solo eso, el saber que puede ser pasto de alguno de ellos le hace vivir siempre alerta y, con el paso de los días, esto se está convirtiendo en una obsesión. Para muestra lo que le ocurrió durante la madrugada cuando todos se disponían a dormir. Las cámaras captaron a la concursante tocándose la espalda compulsivamente: " ¡Ay, que llevo algo! ", empezó a gritar Dakota. Rápidamente empezó a golpear a Jonathan Piqueras que dormía a su lado: " ¡Quítamelo! ", seguía insistiendo.

En realidad era el sujetador

El hijo de Cristina Pujol le sugería a su compañera acercarse algún sitio donde hubiese mejor iluminación -como al lado del fuego- para ver que era lo que tenía: " ¡Chico, eres más tonto de verdad! ". La desesperación de Dakota iba en aumento hasta de que pronto descubrió que era lo que realmente estaba notando: " Ay que es del sujetador ", dice aliviada. Su compañero no pudo evitar la risa después de este momento de pánico: " Ay, es que la paranoia... ". Dakota todavía está acostumbrándose a esta vida de abandono.