Desde el comienzo del reality, Hugo Sierra e Ivana Icardi tuvieron una conexión que les hizo inseparables. A los pocos días de convivencia y tras varios tonteos, los concursantes ya se dieron sus primeros besos y al poco tiempo no pudieron aguantar más y desataron la pasión dentro del saco de dormir bajo una manta en la playa. Desde entonces, la actividad nocturna entre ellos no ha parado de crecer y eso está teniendo consecuencias para el resto de sus compañeros que apenas pueden conciliar el sueño.
"¿Cómo definirías tú lo que pasa por las noches?", le pregunta Jordi González al torero para que explique qué es lo que sus ojos ven durante la noche. "Bajo la luz de las estrellas y la parejita que llevaba sin verse una semana. Se echan la manta por encima y ya está. Yo me quedo así mirando pensando si abrazar a Yiya y a Ana María o abrazarme a una palmera ", dice entre risas de todos sus compañeros de Playa Desvalida.
A continuación, el equipo del programa pone un vídeo donde se puede ver claramente lo que ocurre debajo del saco de dormir y como Antonio Pavón padece insomnio y falta de concentración para dormir. No cabe duda que los dos concursantes están viviendo y disfrutando su historia de amor dentro del reality lejos de las críticas y comentarios. Pero conforme pasan las semanas, los miedos e inseguridades entre ellos crecen y están empezando a surgir las dudas.
Ivana Icardi"Vine con miedos pero me lo encontré a él"
La argentina ha confesado que entró a 'Supervivientes 2020' con reticencias y muchas inseguridades por lo que vivió con Gianmarco. Ivana Icardi ha encontrado en Yiya un hombro en el que llorar, desahogarse y abrir su corazón: " Estoy actuando más inconscientemente de lo normal. Yo venía con miedo por si venía con intenciones de venganza, pero le conocí y no le hace falta", le empezaba diciendo la argentina a su compañera.
Además, ha querido desvelar cuál es su mayor miedo sobre la relación: "No sé cómo lo verá mi madre. Nunca he estado con una persona tan mayor la verdad... Eso es lo único que me...", dejando claro que todos los miedos con los que entró desaparecieron cuando se encontró con el uruguayo. Yiya ha querido tranquilizar a su amiga sobre el miedo que siente por el qué dirá su madre: "Si te ve la mitad de felicidad que te veo yo...", le ha dicho dejándola más tranquila.