Lydia Lozano conectaba con 'Sálvame' el día de antes a su aparición y contaba que se había hecho las pruebas de detección de coronavirus y habían determinado que no había pasado el virus y que no tenía anticuerpos, por lo que la colaboradora ha tenido una gripe muy fuerte. Sin embargo, ha permanecido confinada totalmente durante 35 días y, por fin, ha podido volver a su puesto de trabajo.
Sin duda, la sonrisa de Lydia Lozano lo decía todo. La colaboradora salía de su casa radiante y muy feliz por poder volver a 'Sálvame' y cuando llegaba al plató lo hacía por todo lo alto. Ataviada con mascarilla y guantes, Lozano aparecía en el plató entre aplausos de sus compañeros y llena de ilusión por poder volver en estos momentos tan complicados para todo el mundo: "Ver gente que conozco. Qué subidón. Siento una alegría que no os lo podéis ni imaginar".
Agradecida con el programa y emocionada
Por otro lado, Lydia Lozano también ha contado que lo ha pasado bastante mal y que ha llorado muchísimo por la situación: "Lo más duro ha sido haber perdido amigos, saber que la gente está en hospitales, ver las noticias sobre todo. Impresiona muchísimo verlo desde casa. Venir conduciendo por ese Madrid vacío, era como un mundo aparte. Son 35 días sin pisar la calle, que no he sacado ni al perro. He llorado mogollón. Me ha costado mogollón salir porque soy aprehensiva, porque vivo con una persona que tiene una serie de cosas". Finalmente ha decidido volver y ha vuelto a su vida.