El gran momento de Lydia Lozano había llegado. La colaboradora de 'Sálvame' llevaba encerrada en su casa desde hacía 35 días pero no solo confinada como el resto del mundo, sino aislada porque a mediados de marzo tuvo una serie de síntomas que le hicieron sospechar que se había contagiado con coronavirus. Para la colaboradora no han sido tiempos fáciles, aunque finalmente todo ha llegado a su fin, en cierta medida.
Lydia Lozano conectaba con 'Sálvame' el día de antes a su aparición y contaba que se había hecho las pruebas de detección de coronavirus y habían determinado que no había pasado el virus y que no tenía anticuerpos, por lo que la colaboradora ha tenido una gripe muy fuerte. Sin embargo, ha permanecido confinada totalmente durante 35 días y, por fin, ha podido volver a su puesto de trabajo.
Sin duda, la sonrisa de Lydia Lozano lo decía todo. La colaboradora salía de su casa radiante y muy feliz por poder volver a 'Sálvame' y cuando llegaba al plató lo hacía por todo lo alto. Ataviada con mascarilla y guantes, Lozano aparecía en el plató entre aplausos de sus compañeros y llena de ilusión por poder volver en estos momentos tan complicados para todo el mundo: "Ver gente que conozco. Qué subidón. Siento una alegría que no os lo podéis ni imaginar".
Agradecida con el programa y emocionada
Lydia Lozano se ha mostrado encantada de poder volver a trabajar y ha dado las gracias a todos y cada uno de sus compañeros por los grandes momentos que han dado en las tardes de 'Sálvame', algo muy necesario en estos momentos tan dolorosos: "Qué tardes me habéis dado, qué gusto veros. Tenéis un mérito". Además, la colaboradora decía: "Yo veía que todos podíais, que ninguno estabais mal, participando en un programa dando alegría, me he reído hasta con Matamoros". Por su parte, su compañero le respondía que la había echado de menos todos esos días.
Por otro lado, Lydia Lozano también ha contado que lo ha pasado bastante mal y que ha llorado muchísimo por la situación: "Lo más duro ha sido haber perdido amigos, saber que la gente está en hospitales, ver las noticias sobre todo. Impresiona muchísimo verlo desde casa. Venir conduciendo por ese Madrid vacío, era como un mundo aparte. Son 35 días sin pisar la calle, que no he sacado ni al perro. He llorado mogollón. Me ha costado mogollón salir porque soy aprehensiva, porque vivo con una persona que tiene una serie de cosas". Finalmente ha decidido volver y ha vuelto a su vida.