Aunque la también influencer todavía no ha hablado públicamente más que para dedicarle unas bonitas palabras de amor a su padre tras su muerte, el programa 'Sálvame' ha tenido acceso a diferentes informaciones de su entorno más cercano. Por un lado, Belén Esteban, gran amiga de Anabel, ha reaparecido en el plató para dar al cara por ella y desmentir algunas informaciones que se habían dado y contar una realidad muy diferente a la que a muchos les habría gustado.
Anabel Pantoja estuvo muy pendiente de Junco, viuda de su padre, y estuvo junto a ella dentro del tanatorio y durante los momentos más sentidos del último adiós. La influencer quiso darle el sitio que se merecía como esposa de su padre y la mujer que le cuidó durante tantos años. De hecho, Anabel Pantoja quiso tener un momento de intimidad con ella cuando les dieron las cenizas, reconoció la colaboradora: "Cuando les dieron las cenizas, Anabel echó a todo el mundo de la sala, incluida su madre y sus amistades, y se metió en la sala con Junco, cerraron la puerta y estuvieron las dos solas".
En ese momento Junco, consciente de su situación vulnerable, no dudó en pedir ayuda a la hija de su difunto marido por todo lo que sabía que se le venía ahora encima. La sobrina de la tonadillera le aseguró que no tenía que preocuparse, que desde ese preciso instante tenía una pensión de viudedad con la que seguir viviendo. Fue entonces cuando la que fuera bailarina le pidió ayuda: "Junco no tiene ni idea y le dice llorando, agarrando y besándole la mano: 'Vale Anabel, gracias'", y la televisa le dijo: "No te preocupes que lo que te haga falta, yo voy a estar", ofreciéndole los servicios de su propia gestora para solucionar todo esto.
"De esa casa te vas y cuando yo cambie la cerradura, no te llevas ni un alfiler"
En cambio, más allá de esta situación idílica, otros familiares no han tenido la misma consideración con Junco. La viuda ha hablado largo y tendido con José Antonio León, reportero de 'Sálvame', para negar algunas de las informaciones que se habían dado el fin de semana y para confirmar otras, como por ejemplo si le habían echado o no de la habitación durante las últimas horas de vida de Bernardo Pantoja: "Nadie la echó de la habitación en la que agonizaba su marido, pero sí la invitaron a irse porque estaba muy nerviosa".
Lo que también se produjo fue la promesa de que Junco se quedaría en la calle y no podría seguir viviendo en la que fue su casa y la de su marido, que en realidad pertenecía a Isabel Pantoja: "Alguien le dijo 'De esa casa te vas y cuando yo cambie la cerradura, no te llevas ni un alfiler'". Sin dar nombres ni apellidos, muchos de los colaboradores del programa rápidamente han señalado la tonadillera, que nunca habían estado muy a favor de la relación de su hermano con la exbailarina.