'Sexo en Nueva York'
La primera gran obra de Darren Star que hizo que la visión de las mujeres cambiara fue 'Sexo en Nueva York', y es que esta ficción es mucho más que una serie de chicas en la que se compran zapatos sin parar. Hay muchos motivos por los que debe ser vista lejos de su ligereza en los temas tratados.
Para disfrutarla hay que olvidarse de la imagen superficial que puede llegar a transmitir, puesto que además de ser una comedia muy divertida con personajes con personalidades muy marcadas y definidas -arquetipos logrados y necesarios-, a veces sorprende. Para poder hablar con propiedad es mejor conocer un poco a los personajes. Carrie Bradshaw (Sarah Jessica Parker) es columnista en un periódico neoyorquino donde habla de una manera singular de amor y sexo, y las de la gente que las rodea. El hombre de su vida es un tal Mr. Big, aunque nunca se olvida de sus mejores amigas, Samantha Jones (Kim Cattrall), la cándida Charlotte (Kristin Davis) y Miranda (Cynthia Nixon).
Con cuatro mujeres con personalidades tan distintas atrapa a la audiencia para que las espectadoras tengan ocasión de elegir con quién identificarse. Es fácil y también satisfactorio para quien lo ve. A lo largo de seis temporadas se puede apreciar cómo las protagonistas van madurando en cuando a las decisiones que van tomando, sin olvidarse en ningún momento de la importancia de la amistad en cualquier circunstancia de la vida.
No obstante, hay que avisar de la frivolidad que pueden transmitir en momentos determinados porque no viajan en metro, visten ropa de firma y no van a cualquier restaurante, lo que consigue es que quien la vea se sienta identificada con la personalidad y experimente en cierto modo el placer de imaginar cómo es llevar una vida sin preocupaciones económicas.
'Younger'
La comedia y las mujeres vuelven a ser parte imprescindible e esta producción de Star en la que tampoco descuida la moda, pero explora temáticas menos convencionales. Para entrar en detalles, la serie tiene como protagonista a Liza Miller, quien se acaba de divorciar y se topa con miles de problemas a la hora de encontrar trabajo por su edad. La edad madura le aborda, pero tiene una idea efectiva, aunque algo descabellada junto a una de sus mejores amigas.
La protagonista miente diciendo que tiene 26 años para ser aceptada en un importante puesto en una editorial, un engaño que se traslada a todas las facetas de su vida, al amor o a las relaciones de amistad. Pero lo mejor de esta ficción, pese a que la historia sea muy distinta a la de 'Sexo en Nueva York' es la ligereza de todos sus capítulos, verlos es como dejarse llevar.
En esta serie existe una novedad, las redes sociales, algo que en la historia de Carrie Bradshaw no está presente. Eso sí, dar buena imagen es primordial, las protagonistas se mueven en taxi por la gran manzana y abogan por estilismos rompedores en los que las marcas tienen mucho protagonismo. De nuevo el lujo y el prestigio van de la mano.
Algo que se puede sacar a modo de 'aprendizaje' es que la edad cronológica no es importante en la amistad ni tan siquiera en el amor, reflejo de ello es que la protagonista comienza una relación con un chico mucho más chico, aunque también le gusta su jefe, quien se enamora de ella pensando que tiene 26 años, una confrontación importante y muy presente en todo momento.
'Emily en París'
Una de las últimas apuestas de Darren Star es una serie que se olvida de Nueva York para trasladar la trama a París. Parece que al productor se le quedó una espinita clavada puesto que el rodaje de los últimos episodios de 'Sexo a Nueva York' se desarrolló en la ciudad parisina, aunque en esta ocasión todo tiene lugar en esta localización. La protagonista es una joven, también exitosa y loca por la moda, que lo deja todo en Chicago para embarcarse en una nueva aventura lejos de casa, así que sí, aquí la premisa es distinta, pero la intencionalidad es la misma.
Como dato, Patricia Field vuelve a estar a cargo del vestuario de esta producción, y es que mientras que en 'Sexo en Nueva York' lo que más llama la atención de Carrie es su collar, aquí una seña de identidad de Emily, la protagonista, es la gran funda que lleva para su móvil, una funda que a modo de curiosidad pertenece a la misma Field.
Los guiños al icónico personaje son varios, y la moda está muy presente en todo momento, sobre todo por las excentricidades de su estilo, rompedor y que le otorga mucha personalidad. Sea como fuere, no parte de un grupo de amigas, pero lo está creando y todas ellas también tienen mucho estilo.
Mientras que en 'Sexo en Nueva York' no es algo notorio, tanto en 'Younger' como en 'Emily en París' las jefas de ambas tienen características muy similares, ya que ambas son autoritarias, frías, con ciertos aires de grandeza y que quieren dejar claras esas distancias, aunque dejando entrever que tienen debilidades y que a veces pueden modificar su actitud. No, no son amigas de las protagonistas a priori, pero consiguen tener una relación muy especial.
y, cómo no, el amor tiene que estar muy presente, no obstante, la carrera profesional de la protagonista tiene mucha importancia en su vida, algo que se critica desde una perspectiva laboral francesa. Y no hay que olvidar este aspecto, no, no es Nueva York, puesto que los clichés neoyorquinos se quedan de lado para que aparezcan los franceses.