La concursante fue expulsada de la isla por su mala conducta con Romina Malaspina, algo de lo que ahora se arrepiente tremendamente.
Parece que 'Supervivientes 2018' lleve emitiéndose varios meses, pero lo cierto es que han bastado tan solo unas semanas para que haya dos abandonos y una expulsión disciplinaria, además de otras muchas peleas más. La expulsada ha sido Saray Montoya a raíz de una agresión a una de sus compañeras, Romina Malaspina. La concursante ya venía advirtiendo que no iba a ser capaz de controlarse ante las provocaciones de la joven y, finalmente, así ha sido.
Saray Montoya fue expulsada por la organización de 'Supervivientes 2018' y, en todo momento, mostró su arrepentimiento por el "enganchón de pelos" que se llevó Romina Malaspina. Lo cierto es que la concursante tuvo que aguantar muchísimas provocaciones por parte de Romina, que se propuso en tres días conseguir que Saray le pegara. Además, también insultó a Raquel Mosquera, gran amiga de Saray dentro del concurso, por lo que no pudo aguantar los nervios. La concursante ya en España llegaba al plató de 'Tierra de nadie' entre lágrimas y dando un fuerte abrazo a su marido Jorge. Saray Montoya apenas podía contener la emoción y, lo primero que hizo en su entrevista con Jorge Javier Vázquez, fue pedir perdón de forma muy sincera: "Tengo que pedir mucho perdón, soy humana y perdí los papeles". Además, Saray Montoya no ha dudado en asegurar que es una buena persona pero que no pudo contenerse.
"Lo siento mucho de verdad. Pero de corazón. Llegaron hasta mi punto más débil. Esa noche se hizo todo delante de cámara. Soy una buena persona, pero una mala concursante. He llegado a unos límites a los que nadie debería llegar". Saray Montoya, está totalmente de acuerdo con su expulsión disciplinaria: "Este concurso no expulsa a las personas malas porque no se hacen, nacen. He aprendido a pedir perdón y que los fracasos te corrigen como persona". Dolida consigo misma
Saray Montoya ha visto cómo han reaccionado sus compañeros tras su expulsión y no ha dudado en comentar: "Lo que ellos están haciendo lo veo perfecto. Cada uno se venga como quiere. Yo creo que no he sido tan mala. He sido franca de corazón cuando he tenido que discutir. Hablo alto, pero he tenido buen corazón y lo he demostrado. A mí me han quemado mucho por dentro. Yo quiero que la persona a la que yo agredí me perdone. Me importa mucho. De corazón. No quiero dejarle un mal sabor de boca a nadie". Además, asegura que está dolida consigo mismo y por la imagen que les ha transmitido a sus hijas: "He aprendido a pedir perdón y que los fracasos te corrigen como persona. Yo estoy mal conmigo misma. No quiero que mis hijas me vean así. Yo pasé unos protocolos que no debería haber pasado. Yo quiero que la gente me perdone y para eso yo también tengo que perdonar".