Si por algo se caracterizaba siempre Sandra Barneda era por su fachada de persona fría pero a medida que ha ido pasando el tiempo, la presentadora ha ido mostrando su corazón y cada vez es más sentida en 'La isla de las tentaciones'. No son pocas las veces que ya se la ha visto llorando al escuchar historias de los participantes o al verles llorar por sus dramas personales y, en esta ocasión, ha sucedido lo mismo.
La presentadora llegaba a la villa de los chicos para preguntarles cómo se encontraban y era con Álex con el que paraba un poco para hablar de su situación: " Te sigo viendo muy serio, cabizbajo, muy callado ". El participante respondía con sinceridad: "Yo la verdad que ni siento ni padezco aquí. Creía que si esta experiencia no servía para reforzar mi relación a lo mejor iba a servir para conocerme más a mí mismo y es que ni eso. Me encuentro desubicado, no sé qué pensar, no sé qué sentir".
Álex se viene abajo | Foto: telecinco.esSandra Barneda siempre busca las mejores palabras para alentar a los jóvenes que ven cómo sus relaciones sentimentales se desvanecen: "A mí me encantaría que salieses de ese bloqueo. A veces es muy complicado descubrir lo que sientes, sentirse vulnerable en el amor es muy doloroso ", le decía ante la atenta mirada de Álex que no podía evitar venirse abajo.
Un mar de lágrimas
Ante estas palabras de Sandra Barneda, Álex no podía evitar echarse a llorar y decía: "Yo siempre he sido de guardarme las cosas para mí, de comerme mis problemas y sé que aquí a lo mejor lo tengo que expresar para que me entienda la gente pero es que no sé hacerlo". Era aquí donde la presentadora se rompía por completo y no podía contener las lágrimas: " No es para que te entienda la gente, es importante expresarse y expresar lo que uno siente por uno mismo ".
Sandra Barneda, emocionada | Foto: telecinco.es"Es la mejor forma de quererte, Álex", añadía. Además, aprovechaba para hacer alusión a su relación con los participantes: " Desde que estoy aquí os cojo cariño y me entrego y a ti te veo sufrir, sufrir solo y no quiero que sufras solo, hayas hecho lo que hayas hecho", decía envuelta en un mar de lágrimas. Él, agradecido, solo atinaba a darle las gracias con los ojos llenos de lágrimas: "Gracias, de verdad".
