La segunda edición de 'Pesadilla en el Paraíso' sigue su curso. Y como no podía ser de otra manera, Sandra Barneda y Nagore Robles son las encargadas de darle forma y moderar los domingos de debate, tomando el papel de Ion Aramendi y Lara Álvarez en la primera edición.
Sandra Barneda saludó con cariño, profesionalidad y admiración desde plató a su expareja Nagore Robles: "Voy a saludar a mi queridísima Nagore Robles, ¡buenas noches!", dijo despertando el ánimo y fervor de todo el público en plató. La corresponsal en la granja y expareja de la presentadora, recibió las palabras de Sandra Barneda con ilusión e incluso le cambiaba la cara.
"¡Muy buenas noches Sandra! Qué ganas tenía de saludarte desde el Paraíso, me hace mogollón de ilusión de verdad", dijo la vasca siendo transparente con las emociones que le generaba ese momento. A su vez, Sandra Barneda no paraba de sonreír. " ¿Cómo estás? ", le dijo sin rodeos Nagore Robles, dejando entrever el interés cariño que todavía tenía por su exnovia.
El nexo entre lo personal y lo profesional
No obstante, la presentadora reconducía la conversación de nuevo hacia el contenido del programa: "La verdad que fenomenal, esperando y un poco implantada por las noticias que nos llegan desde la granja, ¿qué ha pasado, Nagore?". La vasca, muy expresiva como siempre, adelantaba a los espectadores lo que acontecía en la noche de debate: "De todo. Maite y Kiko están en la cuerda floja y tendrán que exponerse al juego de la verdad. Si quieren disfrutar de una cena como recompensa tendrán que ser honestos".
La complicidad entre las dos presentadoras estaba clara. Nagore Robles siguió haciendo alarde de su principal baza, el humor: "Cómo ves Sandra, aquí para ajustar cuentas somos más de cenas que de hogueras ", dijo guiñándole un ojo. Dicho esto, pasaron a ver los porcentajes en positivo de los nominados: Maite Galdeano y Kiko Jiménez, suegra y yerno. Lo que hizo reaccionar a Sandra Barneda: "Madre mía, la cosa está que arde".