El 18 de abril de 2021 Julia Janeiro cumplía la mayoría de edad. Un día que se celebró en Mediaset porque, después de 18 años, por fin iban a mostrar cómo era la hija de Jesulín de Ubrique y María José Campanario. Un personaje que generaba cierto interés, especialmente porque la cadena tenía a Belén Esteban entre sus filas. Tal era la expectación, que desde programas como 'Sálvame' o 'Socialité' hicieron una cuenta atrás anunciándolo. Ahora aquellos tiempos de gloria les pueden llegar a costar la friolera de 220.000 euros.
La sentencia emitida por el Juzgado de Instrucción número 2 de Arcos de la Frontera (Cádiz) ha emitido una sentencia en la que condena a Mediaset a pagar 190.000 euros y al colaborador Kiko Hernández otros 30.000 (por sus declaraciones en dos emisiones de 'Sálvame') por un delito de "intromisión ilegítima en el derecho al honor, la intimidad personal y familia y a la propia imagen", tal y como ha publicado El Confidencial tras tener acceso al fallo.
Kiko Hernández, condenada a pagar 30.000 euros a Julia Janeiro | Foto: Telecinco.esEs que ambos programas, además de enseñar en directo diferentes fotografías que Julia Janeiro había compartido en sus redes sociales, también acudían asiduamente hasta la puerta de su casa y la acompañaban incluso hasta la universidad para conseguir algunas declaraciones suyas. Ahora, casi dos años después, un juez ha fallado a favor de la joven y ha considerado que lo ocurrido es un delito.
Un caso que podría beneficiar a muchos influencers
Una sentencia -que todavía es recurrible en la Audiencia Provincial- que podría crear jurisprudencia y podría abrir un camino favorable para los creadores de contenido y/o influencer de cara a preservar su privacidad en los medios de comunicación tradiciones de la prensa del corazón. Así lo explica Mario Bonacho, uno de los abogados de Julia Janeiro, para el mencionado medio. " La sentencia concluye que ser personaje público no se hereda. Que tus padres sean famosos no te hace figura pública, sobre todo cuando siempre has rechazado dar entrevistas y hablar con medios, como ha sido el caso de Julia. Además, el hecho de que Julia publicara en Instagram muchas fotos personales no es excusa para que un medio o una tele las coja sin permiso expreso para destripar su vida ".
Aunque habría que analizar los casos de forma individual, este caso podría demostrar de forma legal que compartir fotografías personal en las redes sociales no convierte a nadie en un personaje público: " Mostrar tu vida privada en Instagram y convertirte en influencer no implica convertirte en esclavo de ello. Si nunca has colaborado con la prensa rosa, ni concedido entrevistas donde hablas de tu vida privada, no eres persona pública a efectos jurídico", explica el abogado
