Al parecer, Daniel Sancho fue dejando un reguero de pruebas que le conducían a ser el culpable del asesinato del cirujano en Tailandia. Las cámaras y algunos testigos han ido aportando y revelando estas huellas que fue dejando en la noche que cometió los hechos que él ha confesado. El programa ha explicado que Daniel Sancho acudió a recoger a Edwin Arrieta al muelle de Koh Phangan para llevarle al apartamento y, tras cuatro horas, Sancho es grabado por la cámara de un lujoso restaurante de la playa.
Ahí ya aparece solo y camina junto al mar con una bolsa. Tras esto, paga los 1000 euros por una piragua y una cámara registra su vuelta al mar a las 20:25, que es cuando se dirige al apartamento. Se le ve salir de la habitación varias veces, según ha explicado Gema Peñalosa, y hora y media después, a las 23 horas, el hijo de Rodolfo Sancho coge la moto y se va con una bolsa. Ahí pasa más de tres horas fuera de la casa y es en este tiempo en el que los investigadores piensan que se deshizo de los restos en unos contenedores cercanos.
A la mañana siguiente, en torno a las 6-7 de la mañana, unos trabajadores que limpian la playa le vieron y pensaron que no era normal que estuviera navegando tan temprano. Lo extraño de todo esto es que han dicho que la policía no se ha puesto en contacto con ellos en ningún momento cuando su declaración sería un punto clave. El viaje en kayak dura media hora y la cámara del restaurante le graba a las ocho de la mañana mientras desayuna en un local cercano. Es aquí donde se habría olvidado una bolsa con un cuchillo y una gasa ensangrentada pero, ¿dónde están esas pruebas? ¿Las tiene la policía?
La manera en la que trataron de detenerle, sin éxito
En dicho programa también se ha podido saber la manera en la que la policía trató de detener a Daniel Sancho pero sin éxito, algo que lograron poco después cuando él mismo denunció la desaparición de Edwin Arrieta en la comisaría. Pues bien, la moto que alquiló fue la clave para tratar de detenerle en ese primer momento. La policía se puso en contacto con todos los operadores de alquiler de motos y llegaron a la conclusión de que era de la tienda AUNG PAW.
La policía pidió a la empleada de la tienda que se pusiera en contacto con él, lo llamaron, dijo que estaba en el hotel de la playa pero cuando la policía llegó ya no estaba. "Después, la policía nos dijo que le enviáramos un mensaje para que volviera a la tienda", decía la empleada. El mensaje que le mandó fue el siguiente: "Perdón por molestarle, estamos revisando la lista de clientes del último mes. Mi cliente viene mañana y puedes cambiar la moto por favor. Podemos ir nosotros a buscarte ha sido mi error o si es posible venir tú". Tras esto llegó mucha policía pero él, a pesar de decirle que iría en media hora, nunca fue, y la detención se produjo después en la propia comisaría.