Por otro lado, la separación de sus padres fue muy complicada para ella: "Me sentía culpable de la separación de mis padres, quería arreglarlo todo para volver a estar así", y fue en ese punto de su vida cuando comenzaron los trastornos alimenticios: "Estuve desde los 9 hasta los 15 sin que nadie se diese cuenta, yo tenía mis trucos, mis cosas, mis maneras", aunque hasta ese momento más o menos lo controló, luego las cosas se le fueron de las manos como ha narrado: "Llegué a autolesionarme. Esta es una parte de la que siempre me cuesta hablar porque me sigue dando vergüenza, aun estando ya superado. Cuando pensaba que había hecho algo mal, que había fracasado o que podía ser una decepción para mi madre, me clavaba agujas, tijeras...".
Pasó por muchos apuros económicos
Su vida, marcada por un éxito ascendente, también ha tenido algunas sombras en medio de tanta luz. Mientras que en Londres era una artista conocida y la gente no paraba de pedirle autógrafos, tenía que lidiar con graves problemas económicos. "Es verdad que robé comida en Inglaterra, y también cogí yogures de los supuestamente caducados siendo ya muy famosa. Llegué a hacerme fotos con mis seguidores en el supermercado teniendo en el abrigo huevos que acababa de robar", ha dicho sobre su situación más precaria, y ha añadido: "Trabajaba y ganaba dinero, pero le daba el porcentaje a no sé quién, el alquiler, los gastos...pues pasa el mes y tienes 50 libras".