Cuando Maite Galdeano recibió la llamada para viajar a Honduras, no lo pensó dos veces. Un 'sí' rotundo salió de su boca para ir al encuentro tan esperado con el concursante Rubén Torres para ponerse cara. Cuando el presentador Jorge Javier Vazquez contactó con ella durante la gala aseguró que el corazón le latía muy deprisa por los nervios.
La madre de Sofía Suescun se infiltró como masajista en la isla para no levantar sospechas. Inconsciente de todo, Torres pensaba que le iban a dar un masaje como privilegio por ser el supervivientes que más pruebas de líder ha ganado en la edición, pero lo que no sabía es que realmente iba a conocer a la suegra de su compañero de concurso.
Kiko Jiménez presencia el divertido encuentro
"Te he visto que has dicho Maite en muchas ocasiones y que querías conocerme", le dijo Maite Galdeano al bombero, quien le expresó que le parecía "guapísima" y que "está abierto al amor". Protagonizando un divertido momento, la madre de Sofía Suescun se atrevió a hacer una propuesta directa: "¿Te gustaría tener una relación conmigo?". El concursante le confesó que no cerraba la puerta y ambos acordaron pasar unas horas juntos en la playa para conocerse.
Ya en la palapa, Maite Galdeano se unió junto a todos los concursantes como sorpresa para anunciar que se quedaba a dormir en 'Cayo Paloma'. "Me vais a sacar los colores", afirmó el bombero por todo el revuelo. Mientras, Jorge Javier les pidió que se mirasen a los ojos como los protagonistas de una película, estos no dudaron en cumplir las ordenes, asegurando Torres que Galdeano "tiene unos ojos muy bonitos". A todo esto, la suegra de Kiko Jiménez no se percató que el expulsado había sido él: "He venido muy emocionada y ni me acordaba de la expulsión. Pero estoy muy orgullosa, ha sido un gran concursante".