'Supervivientes 2022' ha llegado a su fin y lo ha hecho con el debate final en el que todos los concursantes se han reencontrado para aclarar los problemas que hayan tenido durante la edición. Una de las personas que estaba presente en la gala final era Rubén Sánchez Montesinos, quien se convirtió en el segundo expulsado y parece que, todavía a día de hoy, está un poco ofendido con el programa.
Carlos Sobera estaba preguntando a los concursantes cuál había sido su peor momento en el reality y cuando llegó el turno de Rubén Sánchez Montesinos llegó la polémica: "Yo, más que problemas, en la convivencia hubo gente que no me quiso aceptar, que faltó a mis valores, a mi familia y a mi pareja". Tras esto, empezó la retahíla de reproches hacia el programa que nadie comprendía: "Aquí no se me dio la oportunidad, y ahora lo puedo decir".
" Que me libero de la mordaza, porque no se me ha traído ningún domingo ni ningún martes, parece ser que se me tenía miedo, no se me quería escuchar y ver al gran Rubén Sánchez Montesinos real. La gente en la calle me ha mostrado su calor y cariño y aquí no se me ha mostrado", decía muy enfadado y ante la atónita mirada de todos los compañeros de la edición.
Reproches al no tener visitas
Rubén Sánchez Montesinos continuó con sus quejas hacia el programa: "Así como el Pirata Morgan no ha entregado la carta de mi madre por el día de la madre. No se mostró a mi madre que estuvo 13 meses en el hospital antes de entrar al 'reality' y a punto de morirse. Nadie se preocupó en saber quién era Rubén Sánchez Montesinos, qué hijo, qué vecinos, qué hermanas, qué familia, quién era. No se me dio la oportunidad de conocerme como superviviente".
Carlos Sobera tomaba las riendas del asunto y no dudaba en decirle: " Estás aquí, porque queremos que estés aquí, y, pienses lo que pienses, en este programa se te ha querido muchísimo. No es nada personal, son cosas que pasan en el concurso, créeme". Los compañeros no daban crédito a lo que escuchaban y el propio Alejandro Nieto le dijo que él no tuvo su visita familiar hasta casi el final del concurso. Sin duda, uno de los momentos más incómodos de la noche.