Primero fue Saray Montoya, quien en plena gala aseguró a Jorge Javier Vázquez que se retiraba del concurso. Finalmente decidió quedarse por la insistencia de su marido y de su hija aunque finalmente fue expulsada del programa por agredir a una compañera, Romina Malaspina. Poco después de Montoya, fue el actor Adrián Rodríguez quien comunicó su abandono y esta vez sin vuelta atrás. Y, por último (hasta el momento), fue María Lapiedra la que el pasado 8 de abril se dirigía a las cámaras para pedir salir de la Isla y regresar a España.
Rosa Benito no quiso esconder su indignación ante todo esto: "Es una vergüenza que haya otro abandono habiendo tanta gente con la ilusión de vivir esta aventura. Donde creían estos q iban? @Supervivientes es un reality para amarlo desde el mto [minuto] cero!!!", escribió a través de su cuenta de Twitter acompañado de una foto de la famosa isla de Honduras.
Y es que esta sabe muy bien de lo que habla, ya que fue concursante de este mismo reality en su edición de 2011. A sus 55 años de edad (por aquel entonces) resistió al hambre y a las penurias de la isla durante los tres meses que duró la aventura. Gracias a todo esto, finalmente salió ganadora de con 60% de los votos de la audiencia consiguiendo el premio de 200.000 euros y un coche.
La multa por abandono
Romper el contrato con el programa 'Supervivientes' va mucho más allá de dejar de vivir la experiencia del concurso, con unas consecuencias principalmente económicas que debería hacer que los concursantes se lo piensen dos veces antes de tomar tal decisión.
Antes de irse a la aventura, los supervivientes acuerdan con la productora tanto la cantidad que recibirán por cada semana de concurso así como la cláusula del abandono. Todo esto dependerá del caché que cada uno de los participantes tenga en su función de su 'nivel de famoso', lo cual puede oscilar entre los 12.000 y los 100.000 euros. Salvo casos como el de Rosa Benito, que llegaron a cobrar por cada semana del concurso hasta 25.000 euros; en el caso de cachés más bajos lo más común es que lleguen a perder todo lo que han ganado quedando incluso en deuda.
Pero la cosa no se queda aquí, sino que además de lo monetario también se pagan las consecuencias de dejar tirado al concurso, lo cual esta deslealtad no queda impune en la cadena Telecinco. En muchas ocasiones los concursantes que abandonan el reality son vetados en los propios espacios de 'Supervivientes' (en este caso, la gala de jueves, 'Conexión Honduras los domingos y 'En Tierra de nadie' los martes) y en el resto de programas de la cadena, evitando así que consigan compensaciones económicas a través de contar su experiencia en la isla. Esto mismo quiso transmitirle Gustavo González a su pareja cuando esta comunicó en directo la decisión de abandonar: "Piensa en la responsabilidad que tienes. Tienes que ser responsable. Tú no le puedes hacer esto a la productora, de verdad. ¡No puedes! Hay mucha gente que se mata por ir allí y sabes que hay un abandono y hay otro disciplinario. Si tú te vas, con perdón, es una putada".
Algo que se desconoce por parte de la audiencia es que los concursantes, una vez que salen del concurso, siguen cobrando parte de su caché por cada vez que acuden a los espacios del reality a comentar lo que continuan haciendo sus compañeros en la supervivencia. En muchos de los casos, esto implica que los famosos no obtengan ningún tipo de remuneración económica y siendo muy complicado para ellos pagar las multas monetarias anteriormente mencionadas.