Nagore Robles sigue ejerciendo de maestra de ceremonias en 'Mujeres y Hombre y Viceversa' mientras Toñi Moreno disfruta de su primera baja por maternidad de su pequeña Lola. Y parece que está encantada con ocupar la famosa escalinata del plató del programa. Aún que esta felicidad igual también puede venir provocada por un nuevo cambio en su vida personal, concretamente en el terreno sentimental. La que fue concursante de 'Gran Hermano' ha dado una segunda oportunidad a su romance con Sandra Barneda, también presentadora de Telecinco.
La confirmación de su regreso llegó con unas fotografías de ambas paseando juntas por las calles de Madrid mientras se cogían de la mano y se besaban apasionadamente. Las mismas calles que meses atrás fueron testigo de como las casas de la presentadora de 'El debate de las tentaciones' salían de la casa de Nagore Robles. Tras salir esto a la luz, ambas volvieron a reencontrarse en el plato del espacio presentado por la catalana precisamente el día de los enamorados.
Aunque el motivo de la visita de la vasca no era ninguna de carácter de amoroso. Algo con lo que bromeó la propia Robles: " Yo vengo por que es San Valentín.. y en vez de traer un ramo de rosas traigo un sobre ", algo que su pareja le respondía: " No has traído el ramo de flores que yo esperaba ". Un más que evidente que tonteo que confirmaba de manera oficial que la química entre ellas es un hecho.
Y ahora ha sido la presentadora de 'Mujeres y Hombre y Viceversa' la que ha aprovechado la ocasión para mandar otro bonito mensaje a su novia. Todo ocurrió cuando cuatro jóvenes entraban en el plató para postularse como pretendientas de Rubén, nuevo tronista y que saltó a la fama como tentador en 'La isla de las tentaciones'. Nagore fue nombrándolas una a una mientras ellas hacían el famoso paseillo bajando la escalinata.
De nuevo muy enamoradas
Y justo una de ellas se llaman Sandra, como Barneda. Así que, blanco y en botella. La vasca en cuanto pronunció el nombre de la joven lo continuó con la siguiente muletilla directa para su amada : " Sandra, el nombre más bonito de todos ". Unas palabras que pasaron totalmente desapercibidas por los allí presentes que estaban atentos a otra cosa pero que seguramente llegaron a su verdadera receptora.