El concursante ha roto a llorar al escuchar cantar a dos de sus excompañeros, con los que se llevaba muy bien.
La vuelta de 'Operación Triunfo' ha sido todo un vendaval de emociones, y entre sus afectados no solo están el fiel público que gala a gala disfruta de su música, sino también los concursantes. Gracias a la evolución y a las clases que reciben, se han abierto cada vez más y han dejado ver a los espectadores sus sentimientos. Esta vez, ha sido el turno de Roi Méndez, el gallego más carismático del programa.
El concursante se encontraba en una de las salas donde cada semana se dedican a preparar y ensayar sus temas para triunfar en las galas de los lunes. Junto a él estaba Aitana Ocaña, la más joven del grupo de cantantes. Todo parecía ser nada más que un momento de descanso de los dos participantes, aprovechando que sus números números musicales están casi listos para el pase de micrófonos que estaba a punto de tener lugar en la tarde del sábado 16 de diciembre. Sin embargo, el gallego se propuso escuchar la versión grabada de 'Noches de bohemia' e interpretada por dos de sus excompañeros, Juan Antonio Cortés y Mireya Bravo. Ambos abandonaron la academia en las pasadas semanas y este hecho no ha afectado de la mejor manera al concursante, que contenía las lágrimas mientras escuchaba a sus amigos cantar. Al ver su reacción, la benjamina del programa comenzó a intentar consolarle. Rápidamente llegó otra de sus mejores amigas dentro de la academia, Ana Guerra, y la canaria consiguió arrancarle una sonrisa a su compañero de bromas. No fueron pocos los seguidores que presenciaron este entrañable momento en el canal 24 horas de YouTube, y Roi volvió a cautivarles de nuevo.
El 'sapoconcho' más querido
Roi Méndez se ha convertido en toda una sensación dentro de la academia gracias a su sentido del humor y a sus divertidas bromas. Tanto es así, que en una de las galas cuando Roberto Leal le preguntaba cuál era la palabra más importante en gallego para él, este contestaba de forma muy espontánea 'sapoconcho' (tortuga). La broma le costó al concursante un nuevo apodo y toda una legión de fans que se definen como tal gracias a él.