La entrevistada decidió que ya era momento de romper ese matrimonio y así lo hizo: "Hasta ese momento lo había hecho como lo he hecho todo en mi vida, por mis hijos, pero en ese momento dije que ya estaba bien, no podía seguir de esa manera y que yo me iba a Chipiona. Esta decisión la tomo yo, yo no se la comunico a nadie, digo que me voy a pasar el verano con los niños", cuenta. "Yo estoy haciendo las maletas, esta persona llega, me ve y me pregunta. Le dije que estaba haciendo las maletas porque me iba a Chipiona con los niños y que cuando volviera en septiembre presentaba la demanda de separación", relata.
La situación se puso tensa y así lo cuenta Rocío Carrasco: "Entonces él entró en cólera, empezó a gritarme y empezó a decirme '¿te vas a separar?' y le dije que sí. Me dijo '¿estás segura que te vas a separar?'. Le dije que sí, que me iba a Chipiona y entonces me dijo 'pues te vas a cagar, no vas a saber de dónde te van a venir, te vas a levantar y no vas a saber de dónde viene otra' y eso me lo dijo gritando, con tal mala suerte de que mi madre iba pasando del salón a la cocina", explica.
Su madre guardó silencio
"Esa es la única verdad que ha dicho en toda su vida. Que me iba a cagar y que me iba a levantar de una y me iba a venir otra. Lo ha cumplido. Él sabía perfectamente el pánico que mi madre le tenía a cualquier tipo de escándalo o cualquier tipo de historia en televisión. Ella no se quería ver metida en nada de eso y él sabía cómo la tenía que atemorizar y así lo hizo. Rocío Jurado empezó muy valiente pero logró callarla. Supo acojonarla. Él sabía perfectamente lo que tenía que hacer para callar a uno, al otro... A mí la primera. Tenía a la familia atemorizada", relata la historia. Además, concluye diciendo: "Cuando llegué a Chipiona la llamé y lo único que me dijo fue 'Rocío, ten cuidado'".