La hija de Rocío Jurado asegura haber recordado más detalles de más agresiones que espera que sirvan para que se haga justicia.
Rocío Carrasco lo decía en el primer y en el último episodio de su serie documental 'Rocío: Contar la verdad para seguir viva': "Yo solo quiero que la justicia me oiga". Desde noviembre de 2018, la causa contar Antonio David Flores por "lesiones psicológicas y quebrantamiento de los deberes de la custodia" se encuentra sobreseída provisionalmente por falta de pruebas por parte de la Audiencia Provincial de Madrid. Una causa que intentó reabrir tras su intento de suicidio en agosto de 2019, pero que tampoco fue prueba suficiente para la justicia.Ahora, con su testimonio recogido en más de 60 horas de grabación, Rocío Carrasco confesaba lo que tantos estabas esperando desde aquel 21 de marzo que se emitió el episodio 0 de su serie documental: "Vamos a presentar la reapertura", reconocía en el plató del programa. Para ello, Rocío Carrasco tendría que aportar nuevas pruebas que no formen ya parte de la propia investigación abierta para la causa. Y eso ha ocurrido.
"Vamos a presentar la reapertura con todos los testimonios nuevos que han salido y testimonios que yo no narré en su día por creer que ya no me servían por el tiempo que ya había transcurrido, que eso también es un error", explicaba: "Aquí lo que se está denunciando es un delito continuado en el tiempo. En este caso creo entender que no ha prescrito. Tiene un comienzo y todavía no tiene un final, son hechos que van a seguir". Un motivo por el que la hija de Rocío Jurado todavía no pierde la esperanza en conseguir que se haga justicia.
"Vamos a presentar la reapertura con todos los testimonios nuevos"
A lo largo de los últimos dos meses fueron varias personas que conocían el matrimonio de Rocío Carrasco y Antonio David Flores de cerca los que han hablado públicamente reconociendo haber sido testigos de presuntos episodios de malos tratos: "Yo lo de Cristina Cárdenas lo digo en el documental: Sé que hay dos ocasiones que sé lo que ocurre, pero mi mente no sabe de donde vienen y donde acaba. Cuando vi lo que ha contado mi cabeza empezó a recordar según ha ido escuchado. Yo sabía que ese tirón de pelos contra la mesa ocurre, pero realmente no recordaba con nitidez de dónde partía esa agresión y ahora me he ido acordando de muchísimas cosas".
Rocío Carrasco aseguraba que muchos de esos graves episodios junto al padre de sus hijos habían sido eliminados de su mente, quién sabe si por la gravedad -apunta-, y que no había podido narrar con exactitud cuando la causa todavía estaba abierta. Episodios que ahora han vuelto a su mente gracias a sus recuerdos, pero también a través de otras voces: "Hay un episodio que me he enterado a posteri que es mucho más de lo que yo narré. Lo he sabido por la persona que estaba delante (...) Lo que tiene que ver con la estatua de mi madre. Ese episodio es más extenso, pero yo solo tengo en mi memoria ese empujón, pero no tenía lo que viene después, pero es mucho peor lo que viene después. Esa persona ha visto el documental y me ha dicho: 'Ro, has sido muy generosa, pero faltan cosas por contar', y es mucho, pero de lo que yo digo".Un episodio que, en cambio, no ha querido añadir a su relato público, sino que lo hará cuando se le conceda la oportunidad en sede judicial: "No lo quiero contar aquí, quiero contarlo en sala judicial y con esa persona que estaba delante". Una esperanza que no perdió nunca, y ahora mucho menos: "No me gustaría pensar que no va suceder, que después de toda la catarsis emocional y todo el sufrimiento y el esfuerzo y todo lo que se ha conseguido narrar, eso no llegase suceder", reconocía. Aunque, sino sucede ahora, no será la última vez que lo intente: "Si no sucede, tendré que seguir intentándolo, como muchas mujeres".