Tras esto, Rocío Carrasco cuenta lo que su hijo le dijo a Olga Moreno: "Le dice 'ves Olga cómo mi madre sí venía, que me habían dicho todos que no y yo sabía que venía con el Fidelito'. Se me saltaron las lágrimas y me dieron ganas de estrujarle la cabeza. Cómo puede decirle eso a un niño que está en el hospital. Es de ser tan cruel, asquerosa, deleznable. Eso no se hace con una madre aunque sea la más perra e hija de puta del universo. Yo no lo he hecho, yo no lo he hecho con su padre", decía con lágrimas en los ojos.
Tras esta situación y a pesar de ser de madrugada, Rocío Carrasco dice que se queda con su hijo esa noche, pero es Olga Moreno la que se queda con él: "Me voy al hotel, al día siguiente voy al hospital y hasta el día 7 de enero estamos en el hospital con el niño. La actitud de toda esa familia es maravillosa durante nuestra estancia en Málaga. Su mujer esperaba dos segundos para salirse a fumar un cigarro con nosotros. Esa que ahora va de madre coraje, dice que no atiendo a los niños y que ella es la que se ha encargado siempre, eso es mentira. Es la actitud en el 'Sálvame Deluxe' y en las revistas. De frente, ni una tiene una cosa ni el otro tiene huevos".
Rocío Carrasco también ha desmontado otro episodio que Olga Moreno contó en 'Sábado Deluxe', donde aseguraba que David Flores quería irse a una prueba en el hospital con ella y no con su madre: "Es esta que está aquí la que por no hacerle de menos a ella delante de nadie cuando al niño se lo van a llevar para hacer la prueba y yo ya iba porque el niño llevaba mi mano cogida le digo 'no, enano, que vaya Olga, que mamá va a aprovechar para ir a comer algo'. Con eso no digo que no la quisiera, estoy diciendo que lo que está diciendo ahí es falso. La que dice que vaya Olga soy yo".
Poniendo en duda los cuidados: la caza del piojo
Era inevitable preguntarle a Rocío Carrasco si consideraba que Olga Moreno había cuidado bien a sus hijos y ella respondía: "Si me hablas de cuidados en cuanto a ser amable con ellos, llevarlos a sitios, tratarlos bien, en ese sentido sí, perfectamente. Si tú me hablas de cuidados físicos, de atención, te iba a decir que sí pero te tengo que decir que no". Tras esto comenzaba a relatar una historia verdaderamente sorprendente: "Me he pasado seis años de mi vida dedicándome a cazar piojos. Porque eso era cada 15 días irse de caza. De mi casa se iban los niños como dos pinceles con sus tratamientos y sus cosas hechas. En mi casa no había sitio ya para meter más productos".
"Ese episodio de la neumonía que ella cuenta, después de haberla visto metida en la cama de mi hijo, me quedé toda la noche pensando. Al llegar al día siguiente, acariciándole la cabeza al niño veo que tiene huéspedes y le digo a ella 'mira, no sé si te has dado cuenta' y me dice 'venga mujer, qué estás diciendo'. Diciéndome eso tres corriendo en la almohada. Le dije que se miraran todos y efectivamente, tuvimos que hacer una operación caza en la habitación del hospital". Por último, también relataba algunos episodios relacionados con Rocío Flores, en los que la joven le decía: "Me ha dicho Olga que qué mala madre eres que no me dejas ponerme collares'". Sin duda, una situación bastante delicada.