Uno de los primera en empezar a mover los hilos del museo de Amador Mohedano, recuerda Rocío Carrasco, quien desde Houston con Rocío Jurado todavía viva ya hablaba con el Ayuntamiento de Chipiona: "Yo recuerdo estar en Houston y escuchar a Amador hablar con Chipiona de un museo". Tal es así, que un par de semanas después de su muerte ya se habla de una ruta turística por Chipiona con "parada obligatoria en el museo". Una ruta en la que participarían, según un documento de entonces, Juan de la Rosa y Gloria Mohedano. "A mí no seme había comunicado de forma oficial", recuerda Rocío Carrasco ya en calidad de heredera universal.
Amador Mohedano y el parking privado
Ya en 2007 se le presenta un primer proyecto del museo a Rocío Carrasco: "Yo nunca firmé el anteproyecto con Manolo García y él [Amador Mohedano] me insistía para que lo firmase". Por aquel entonces, su tío era como su mano derecha en todo esto: "Yo tengo contacto con él, le pido opinión", pero al mismo tiempo él se las apaña para seguir gestionando a sus espaldas: "Él sigue teniendo conversaciones a mis espaldas y trapicheando". Tal es así, que posteriormente descubre el interés de Amador por firmar ya este primer proyecto: "Con el tiempo me enteré que el parking subterráneo, de una forma u otra, lo iba a gestionar Amador. Es un interés económico, da exactamente igual lo que pase", dice reconociendo que todos eran conscientes de que este proyecto no se podía sacar adelante de forma legal.
Amador Mohedano y la empresa Area III
Es entonces cuando Rocío Carrasco envía los objetos personales de su madre a Chipiona: "En 2011 está terminado y mando todas las pertenencia de mi madre. Lo mando diciendo a mi tío que quiero un notario de recepción y que levante un acta", reconoce al no fiarse ya de lo que pudiese ocurrir con esos objetos personales. "Amador llega incluso antes que el notario y lo hace junto a otro familia, Antonio Jurado Mellado", recuerda Pilar Vidal leyendo el acta: "Quiero leer cómo llegaron esos objetos: '25 cajas, dos de las cuales llegan abiertas; y otras 13 cajas planas, de las cuales tres llegan abiertas' sin especificar el porqué llegan abiertas y si faltaba algo en ellas". Algo que sospechaba la propia Rocío Carrasco: "Le pido ayuda a mi primo porque no me fío de Amador. De hecho, creo que aún con el notario, alguna me ha colado. Estoy segura. Hay algo que no encuentro".
Amador Mohedano y las fiestas en el museo
Tras esto, estalla el escándalo de Amador Mohedano y la fiestas en el museo. "Antonio Peña es el Alcalde que un día me llama y me dice: 'Me han llegado denuncias de la Policía Local de que Amador organiza fiestas en el museo a altas horas de la madrugada", algo que años más tarde confirmaría la propia Rosa Benito en 'Sálvame' a pesar de la negación del propio Amador Mohedano también en televisión. "Ante eso yo no le puedo decir a Antonio Peña nada, le digo que haga lo que considere y me dice que le va a decir que no vuelva. Por eso sale Amador del museo", recuerda Rocío Carrasco.
Una noticia que cae como un jarro de agua fría para Rosa Benito, cuyo matrimonio ya hacía aguas por aquel entonces: "Cuando lo echan del museo y Rosa me llama desesperadamente diciéndome que tengo que hacer porque Amador esté y que así ella se garantice que Amador se quede en Chipiona. Ella lo que no quería era que volviese a Madrid porque ellos tenían la situación que tenían. Yo no soy la niñera de nadie". Al mismo tiempo, comenzaba ya a responsabilizarse a ella del despido de Amador: "Yo no sé si me culpa o no, pero si lo hace es de forma errónea. Yo no he hecho fiestas en el museo hasta las tantas de la mañana en el Museo. No lo hago porque tengo dos dedos de frente y sé que lo que me puede pasar es que me echen de un puesto de trabajo".
Tras esto, la guerra abierta contra Rocío Carrasco a través de los medios de comunicación acusándola de no querer abrir el museo es constante, asegurando incluso que el único interés de esta es recibir dinero del Ayuntamiento. Una acusación que lanzó por primera vez Gloria Camila en 'Sálvame' y que secundaron todos los miembros de la familia mediática. Ante esto, hasta el Ayuntamiento de Chipiona emitió un comunicado en 2015 negando las acusaciones. No sirvió de nada porque se siguió utilizando el mismo argumento. Ahora, Rocío Carrasco ha demostrado que se habló de un pago desde el primer proyecto que se presentó en 2008 y que ella nunca aceptó. No fue hasta enero de 2020 que firmó el convenio definitivo que se le adjudicó un pago que, tal y como asegura Aparcero, actual Alcalde de Chipiona, Rocío Carrasco nunca pidió.
"Siempre he querido que se abriese el museo, pero en las condiciones que ella se merecía. Yo no podía vincular por una prisa, presión electoral, presión familiar, intereses económicos de la familia... porque ellos sí tenían intereses económicos, porque ya se veían todos pululando por el museo (...) Se veían todos colocados y yo eso no lo iba a hacer en esas condiciones y cómo estaban sus alcaldes. No iba a vincular el nombre de Rocío Jurado co nada que no estuviera dentro de la legalidad", reconoce Rocío Carrasco zanjando así toda polémica en torno al museo.