"Cuando me propuse hacer el documental nunca fui consciente de que iba a producir todo lo que produjo", reconoce durante una entrevista en 'Carne Cruda', podcast de Eldario.es en el que participa Ana Bernal-Triviño, colaboradora de las emisiones de ambos documentales y ahora también figura fudamental en la vida de Rocío Carrasco. "Quedaría muy bien decir que lo hice por las mujeres, pero eso no es verdad; lo hice desde un punto de vista meramente egoísta porque necesitaba que se supiera la verdad, necesitaba que se me escuchase y necesitaba demostrar que lo que se había contado no era cierto y las cosas no eran así".
Para Rocío Carrasco no había ninguna finalidad más que esa y mucho menos ningua expectativa de que cambiase nada ni en Telecinco y mucho menos en la sociedad, solo lo esperaba en su vida personal: "Para mí ha sido y es una terapia (...) Me ha servido, me ha reparado, me ha quitado ese miedo que yo tenía de salir a la calle, me ha puesto con los pies en el suelo al ver que mi situación no están diferente a la de tantísimas mujeres y al final sería mentira sino dijera que también me ha aportado satisfacción por lo que haya podido aportar a la sociedad".
Ahora, viendo con perspectiva, Rocío Carrasco tiene muy claro, y así se lo quiere comunicar a otras muchas mujeres en su situación, que quedarse callada no es la mejor solución: "Merece la pena romper el silencio. Yo sé que las circunstancias no son iguales a la mías. Yo al final he tenido el privilegio de que se me haya brindado de oportunidad de hacerlo en un medio público. Pero, pese a eso, el silencio mata y siempre hay que hablar". A pesar de que haya quien no te va a creer y va a negar la violencia que una sufre en sus propias carnes, como le pasó a ella: "Tú no puedes imponer y aleccionar. El que quiera entender que lo entienda", reconoce sobre su propia situación y los llamados 'negacionistas'.
"Al igual que no hay debate sobre 'asesinatos sí, asesinatos no', hay cosas que no tienen debate alguno"
Para la ahora colaboradora de televisión no debería de caber el debate sobre la violencia de género igual que no lo hay para otras muchas cosas: "Al igual que no hay debate sobre 'asesinatos sí, asesinatos no', hay cosas que no tienen debate alguno", y les manda un mensaje a todos aquellos que todavía siguen con ese pensamiento: "Lo único que espero es que esas personas no tengan nunca un hijo o una hija a la que les ocurra esto".
De Rocío Carrasco también fue muy criticado que decidiese hablar sobre su situación en un programa de televisión y, además, en Telecinco, cadena en la que habían estado trabajando y todavía siguen todos aquellos causantes de todo sus males, especialmente Antonio David Flores. "Lo hice en Telecinco porque era en el único sitio donde se podía hacer en el sentido de que fue la cadena principal que contribuyó a que eso sucediera, pero también porque es la cadena, la productora y el equipo que ha dado un paso atrás, han reconocido su error, lo han enmendado con creces y me lo han demostrado".
Una cadena y un equipo que, tras brindarle ese espacio, es para ella como "una familia". Una familia en que la hay un miembro destacado y al que no pudo agradecer en su última etapa televisiva por su ausencia: Carlota Corredera. "Hay una figura imprescindible dentro del programa y de mi vida es Carlota Corredera", presentadora de 'Rocío. Contar la verdad para seguir viva': "Ha sido una mujer que se ha puesto por delante y que lo ha dado todo por mí. No tendré tiempo de mi vida para agradecérselo a ella".